Después de varios intentos de llegar a un Acuerdo para una Reforma Laboral, el Gobierno, los Sindicatos CCOO y UGT y los Empresarios, (¿no recuerda algo a eso que llamaban ?Sindicato Vertical?? de los tiempos de Franco?) la nueva reforma laboral, que el gobierno pretendía pactar con la burocracia sindical a través del llamado ?diálogo social??, no ha sido posible. Formaba parte indirecta del paquete el pacto de congelación salarial firmado por la CEOE y los burócratas sindicales de CCOO y UGT.
Ha sido el Gobierno el que ha zanjado la cuestión con un Decreto ley (BOE 17 de Junio de 2010) haciendo una nueva reforma laboral. El gobierno de Rodríguez Zapatero ha aprobado una contrarreforma laboral obedeciendo, disciplinadamente, las órdenes del capital. Esta contrarreforma se convierte, así, en otro paso más para cargar sobre la clase obrera y los sectores populares el peso de la crisis estructural del sistema capitalista. Esta contrarreforma es también expresión de lo que significa el polo imperialista de la UE. El Tratado de Lisboa ha marcado la línea estratégica del aumento de la tasa de explotación en todos los países integrados en ese proyecto de dominación del capital a escala de Europa. El capitalismo -en su fase terminal- solo puede ofrecer más esclavitud, más dictadura fascista y más guerra contra los pueblos.
Hoy no existen diferencias significativas entre los distintos partidos políticos que trabajan para tratar de apuntalar al capitalismo en crisis. Tanto el PP como el PSOE obedecen a la lógica del sistema. Forman la gran derecha española. En el arco parlamentario no existe una sola opción que represente una posición anticapitalista consecuente; todas ellas están unificadas por la disciplina de la UE, de la cual ninguna se desmarca. En el sistema capitalista, decrépito y en crisis estructural, solo se puede gobernar bajo la férrea dictadura del capital. Con cualquier gobierno, de los que hoy son posibles para el sistema, el resultado es el mismo para la clase obrera y los sectores populares. Con esta reforma laboral, ni va a disminuir el paro, ni se va solucionar la precariedad laboral.
CRISTIANOS POR EL SOCIAISMO, está al lado de los trabajadores y trabajadoras. Creemos que esta nueva reglamentación del gobierno trata de hacer retroceder a la clase obrera en décadas de lucha. Denunciamos el ataque brutal de esta reforma que no es tanto el tema del abaratamiento de los despidos, sino la negociación colectiva. Estimamos que este es el núcleo central de estas medidas, que, según Zapatero, no significan ninguna pérdida de derechos para la clase obrera. El objetivo del capital es el de arrebatar a la clase obrera todos sus derechos conquistados, para debilitar sus posiciones hasta el límite, y dar un salto cualitativo en la tasa de explotación de la clase obrera; factor determinante hoy en la estrategia imperialista que intenta recomponer el ciclo de reproducción ampliada del capital.
Creemos que el futuro de la humanidad será socialista. El interés de la clase trabajadora y los sectores populares es el de llegar cuanto antes a ese tipo de sociedad, libre de la explotación y de la guerra.