Enviado a la página web de Redes Cristianas
En el Concilio Vaticano II, teníamos la clave de un PROYECTO que a todos igualaba y liberaba. A todos, y por no ser mentira, comenzaba por priorizar a los que no cuentan: los explotados, los menospreciados, los más desechados. Era reavivar
la revolución del más universalmente humano: JESUS DE NAZARET, prototipo de la nueva humanidad.
Pero de esa CLAVE, muchos, y en especial no pocos obispos, demostraron no darse por enterados.Tras el concilo, esa clave funcionó, pero abrió:
-No para fraternizar, sino ara desigualar.
-No para servir, sino para mandar.
-No para compartir, sino para acaparar.
Esa clave es ahora, la que, en el 60 aniversario del Vaticano II, está al alcance de quien quiera entrar, seguro de que descubrirá la alienación sufrida y dispondrá del secreto para poder edificar el nuevo convivir de su vida cristiana.
Conforta poder compartir planteamientos de un convivir humano, que expresa una común dignidad y unos comunes derechos humanos. Porque derechos humanos son la igualdad, la justicia, la solidaridad, la libertad, la paz. ¿Cuándo en nuestras
relaciones caerá la máscara de tanta tiranía revestida de pseudodemocracia, inconsciente o negligentemente aposentada en la conciencia popular?
Para salir de la ruina y de la esclavitud, es preciso mantener
lúcida la ingénita grandeza de todo ser humano, esclarecidas en
su totalidad por el Nazareno.
Nadie propietario de nadie y nadie esclavo de nadie.
?? Puedes ver librito ?Reabrir el Vaticano II??
en el adjunto panel de libros.