CPS contra la guerra de Libia

0
61

El NO decidido de CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO a la intervención militar en Libia no es sólo resultado de una profunda convicción ética en el sentido que nunca la violencia o la guerra puede dar como resultado la paz sino que se fundamenta en unos interrogantes, la respuesta a los cuales pone en evidencia la necesidad de oponernos a la intervención. Por ejemplo:

1. ¿Se habían agotado ya todos los medios políticos de coacción con el fin de apoyar a los rebeldes y hacer más difícil la represión gubernamental?: reconocimiento diplomático internacional de los rebeldes, embargo económico, congelación de las operaciones comerciales, apoyo político-humanitario emigración, etc.?

2. ¿Había garantías reales que la operación militar pudiera tener éxito en los objetivos explícitos que se proponía -protección de la población civil como razón fundamental- o sería peor el remedio que la enfermedad? ¿De verdad creemos que los bombardeos pueden traer la paz? Por desgracia, las intervenciones «humanitarias» de la OTAN suelen dejar miles de cadáveres inocentes.

3. ¿Se previó el futuro? ¿Se previó que la fragmentación tribal de la población civil de Libia podía ser una dificultad para resolver el problema de la gobernabilidad tanto a corto como a largo plazo? ¿Qué hace suponer a Occidente que los que sustituirán Gadafi serán mejores? ¿Qué garantías tiene el Occidente de gobierno estable? ¿Se preveía la posibilidad de una larga guerra civil e incluso ruptura del país?

4. ¿Porque intervenir en Libia para proteger a la población civil y no intervenir en Bahrein, Yemen, Siria, Sudán, Costa de Marfil, o al mismo Israel respecto de Palestina? ¿Porqué una población civil debe ser protegida y otra no? ¿Quizás el Occidente considera Arabia Saudí, vinculada a los EEUU, como un régimen democrático?

5. ¿Quien ha dado órdenes, y con qué finalidad, de cambiar de manera tan fulminante la imagen publica de Gadafi, que en quince días pasa de ser amigo a monstruo y asesino? Gadafi abandonó hace años la política antiimperialista para asociarse a la de las potencias europeas. Si los gobiernos occidentales estaban desinformados respecto de la perversidad de Gadafi y han descubierto ahora su verdadero rostro, ¿no deberían pedir disculpas a la opinión pública? Hacerlo daría credibilidad a sus palabras.

6. ¿Qué complicidades ocultas puede haber en la comunidad internacional, incluso en nuestro propio Estado, que puedan haber influido en la decisión? ¿hidrocarburos?

7. Se han vendido armas y ayuda militar desde las potencias europeas a Gadafi, a este régimen tan ?despótico??. ¿Para quién es el negocio de destruir las armas que hace poco hemos vendido? ¿volveremos a vender para poder volver a destruir?

8. En un momento de recorte brutal de los derechos sociales en todo el mundo y especialmente en Europa con el pretexto de la crisis, ¿no hay crisis para disparar misiles? ¿Cómo es posible que una vez más, en un momento de crisis, en el sector armamentístico no haya crisis, que vuelva a ser un negocio suculento?

El mes que llevamos de conflicto avala el NO. Aquellos que optaron por el SÍ a la intervención tienen ahora dificultades para justificarse ante la opinión pública. Desde el Sí a la intervención no hay posibilidad de responder a ninguno de estos interrogantes. Hoy, el conflicto militar se ha enquistado y los escándalos y la represión en otros países dejan más al descubierto las falacias que se utilizaron para justificarla ante la opinión publica.

Ante esto:

1. Una vez más condenamos la intervención. Saludamos la posición de los movimientos sociales en contra de la intervención

2. Pedimos un inmediato «Alto al fuego» y que la resolución del conflicto se haga, con presión política y económica, si es necesario, sobre el gobierno de Libia, sin la agresión de las fuerzas imperialistas contra la población.

3. Exigimos la mediación de la Unión Africana.

Hay que hacer posible que los libios decidan el futuro de Libia sin injerencias exteriores.

Cristianos por el Socialismo

Abril de 2011