Corrección de un error -- Antoni Ferret

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Si Lv 20: 10 dice:
Si alguien comete adulterio con la mujer de otro, tanto el adúltero como la adúltera serán condenados a muerte.
Y
Dt 22: 22 dice:
Si un hombre es sorprendido yaciendo con una mujer casada, los dos tienen que morir, el hombre y la mujer.
Pues entonces la frase de Juan, en Jn 8: 5
«Moisés en la Ley nos ordenó apedrear estas mujeres»
es errónea, es decir: ¡es falsa! por atribuir la pena a la mujer sola por atribuirle la pena de apedreamiento (mucho más grave que la simple pena de muerte)

He escuchado, leído… esta frase docenas de veces, y siempre la he creído. Millones de cristianos/as la han escuchado o leído docenas a veces. Millones de creyentes están equivocados en una cosa muy importante, y muy negativa.
¿Quién se equivocó, con resultado de aumentar, psicológicamente, la pena de una persona ya bastante cruelmente castigada, de aumentar el desprestigio social de las mujeres, de aumentar la dureza (ya bastante superexcessiva) del texto bíblico?

¿Los maestros de la Ley y los fariseos?, ¿o el evangelista?
Yo opino que, en la época de redacción del texto de Juan (o de dar por validados sus textos escritos previamente), hacia el final del siglo I, destruido el templo por los romanos (año 70), y muy probablemente también destruida mucha documentación, es casi seguro que Juan tuvo que escribir la frase de memoria (sin poderla confrontar).
Pero de lo que se trataría ahora sería impedir que este error se vaya propagando más y más en el futuro. Las nuevas ediciones bíblicas deberían llevar una nota explicativa. Y los sacerdotes tendrían que procurar, en caso de comentar esta escena, de rectificar el error.