A la espera de conocer el resultado del encuentro del Obispo, Vicarios, Juanan y Gotzon y Consejo Pastoral de Santa María de Amurrio, van apareciendo diferentes cartas en la prensa, como reacción al caso y a la carta publicada por Félix Núñez, de la que dimos cuenta en el anterior capítulo de esta apasionante historia, la cual transcribimos gracias a la gentileza de nuestros amigos de Lamuza. O sea, la cosa está al pil-pil.
Carta abierta sobre los curas de Amurrio
(En respuesta a la carta de Félix Núñez Uribe, publicada en DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado 5 de agosto sobre el posible traslado de los curas de Amurrio).
APRECIADO Sr. Don Félix Núñez Uribe: Hace tiempo que no se deja ver por su pueblo. Quizás la última vez que se dejó caer por estos lares fue cuando Amurrio, ese pueblo con el que no se identifica porque ya no es tan razonable, alegre ni abierto como usted añora, le eligió pregonero en unas pasadas fiestas patronales. A los pueblos hay que ir no sólo a celebrar sus fiestas, sino también a conocer sus problemas, que créanme son muchos.
No es bueno alterar la concordia de las altas instancias del Episcopado, no vaya a ser que de tanto diálogo, respeto y entendimiento con sus parroquianos les sea difícil conciliar el sueño. ¿Qué debemos hacer, Sr. Núñez? ¿Callar y asumir dócil y condescendientemente lo que la Iglesia dictamine?
Pues bien, eso es lo que han hecho nuestros curas y la protesta es un movimiento social y espontáneo de los feligreses de Amurrio. Nada tienen que ver los curas Juanan y Gotzon en esto. Ellos se han mantenido totalmente al margen de las movilizaciones y han aceptado su traslado con resignación, aunque también con pesar. Pero nosotros, los feligreses, nos hemos sentido en la obligación de protestar y levantar la voz ante esta injusticia. ¿Por hacerlo dejamos de ser buenos cristianos? ¿qué penitencia impondría usted a unos ciudadanos que se rebelan ante lo que creen una injusticia?
Afortunadamente pasaron los años en los que tocaba agachar la cabeza ante el paso del palio y besar sumisamente la mano del Obispo por parte de los feligreses. Hoy la crítica y el diálogo forman parte de nuestro sistema democrático, siempre que se hagan con educación, tolerancia y respeto. Cuando el insomnio no le deje conciliar el sueño, piense y repase todas las movilizaciones llevadas a cabo y enumere una sola que le merezca desprecio y vergüenza.
Me gustaría terminar esta carta con una cita que invita a la reflexión: «No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen; lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más».
Josu Sasiain Udaeta – Amurrio (Publicada el 13 de agosto)
Cartas al Director
Laicos y laicas de la parroquia de Amurrio
UNA de las características que deben configurar la Iglesia es la libertad para expresarse, dialogar y comunicar los diferentes puntos de vista, con respeto, sin imposiciones. Al menos así lo propuso el Concilio Vaticano II.
En carta al director publicada en DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado 5 de agosto, Félix Núñez Uribe valora y enjuicia la situación creada en Amurrio tras la decisión del Obispo de la Diócesis y de su Consejo Episcopal de trasladar a los sacerdotes de la parroquia de Santa María, Juan Antonio Meléndez y Gotzon Pérez de Mendiola.
Los sorprendentes calificativos empleados por el firmante de la carta -«algarabía (= griterío que forman varias personas que hablan a un tiempo), manifestación, revuelta, tozudez»- no dejan de ser una indignante acusación a los laicos y laicas de la parroquia de Amurrio que han pedido una explicación al Obispo y a su Consejo por la decisión tomada sin tener en cuenta sus opiniones.
Lo han hecho con talante de diálogo, de encuentro, de expresión de sus motivos de disconformidad. Simplemente han sido consecuentes con lo que el Plan Diocesano de Evangelización propuso como uno de sus objetivos: «Reconocer y potenciar la misión de los laicos en la Iglesia».
Verter esa serie de descalificaciones contra estas personas responsables que ejercen su derecho a ser reconocidas como sujetos activos en la Iglesia me parece una grave ligereza, falta de consideración y respeto mínimos a sus derechos eclesiales y humanos.
Para justificar la decisión episcopal, Félix Núñez alude a razones ocultas. ¿Acaso no se se han analizado las situaciones y expuesto todas las razones con claridad y sinceridad? Cuando así ha sido en efecto, difundir sospechas ronda la difamación y calumnia.
El sacerdote firmante de la carta acusa tajantemente a los laicos y laicas de «hacerlo muy mal» e incluso llega a afirmar que su actuación es «un atentado contra el resto de curas cuya obligación es obedecer». Por supuesto que por mi parte no me siento agradecido, sino agradecido a quienes ejercen con responsabilidad su derecho eclesial.
En todo caso tales reiteradas acusaciones insultantes contra quienes no se oponen a cambios, sino a la forma de llevarlos a cabo y desean resolver el conflicto por vías dialogantes, sin imposiciones por parte de nadie, difícilmente podrán ser convincentes para el pueblo de Amurrio ya que tal estilo descalificador sólo demuestra el talante de quien lo suscribe.
Félix Placer UgartePárroco en Zigoitia
Publicada en Diario de Noticias de Álava el 11 de agosto
Curas, laicos y laicas: felices fiestas
Estamos celebrando las fiestas del pueblo. El año pasado celebramos con mucha alegría mis bodas de oro en la parroquia. Este año os merecéis también unas felices fiestas.
Pido perdón a todos los que os he ofendido. Pido perdón por haber sido acusador, ligero, falto de consideración y respeto, por difundir sospechas, difamar, calumniar y tener un mal talante. Os pido perdón.
Cuando pasen las fiestas, aceptaré con respeto la decisión del Obispo, sea la que sea; no sé cuál será. Espero que todos hagamos lo mismo. Así vendrá la paz al pueblo.
Mientras tanto, os deseo con sinceridad unas felices fiestas de Nuestra Señora y de San Roque.
Félix Núñez Uribe