Parece que nada puede detener la sed de sangre y muerte contenidas en la invasión israelí a la franja de Gaza. El balance de víctimas –más de mil CIENTO CINCO palestinos, de ellos 320 niños Vs trece israelí, de ellos 10 soldados- constituye en sí una denuncia de la barbarie que impone el estado de Israel con la pasividad y complicidad de la comunidad internacional.
El exterminio de la población es un objetivo sionista a la luz de las zonas y centros bombardeados. Nada ni nadie están a salvo: hospitales, escuelas, edificios públicos, civiles y las mismas instalaciones de las Naciones Unidas han sido bombardeadas y destruidas por los sionistas. Esta matanza y destrucción sin límite nos define una guerra de exterminio; de limpieza étnica; de tierra arrasada, con la misma intensidad y la misma barbarie que practicó el fascismo alemán contra los judíos.
Aquí y allá, el silencio cómplice de los gobiernos clientes de los Estados Unidos, nos devela la barbarie contenida en el sistema de democracias restringidas que domina y manipula la partidocracia en los países del continente. En Panamá, en plena campaña de la farsa electoral, ninguno de los partidos o candidatos ha hecho declaración o acciones sobre el genocidios que realizan los sionistas.
La partidocracia panameña está en lo suyo. Ocupada en sus negocios de pactos, alianzas, candidaturas, saltos, cambios, recambios, compra, venta y todo tipo de corrupción, no tiene tiempo para las cuestiones vitales. Por omisión, el genocidio en la Franja de Gaza constituye parte del sistema que la partidocracia panameña y mundial defienden es sus farsas electorales.
Quién no es fiel en lo pequeño, tampoco lo es lo grande. La violencia y el crimen que asota a Panamá -de hecho- es ignorada por la partidocracia. Creyentes de que a ellos no les puede tocar, siguen en su jueguito de la politiquería, consumiendo energías y valiosos recursos que podrían ser utilizados en la construcción de bienestar, paz, tranquilidad y justicia.
La falta de solidaridad con la especie humana que son los hombres, mujeres y niños de la Franja de Gaza los coloca, como cómplices, en el bando de los sionistas que comandan el genocidio y exterminio de Palestina.
La actuación y declaraciones de los gobiernos de Ecuador, Cuba, Venezuela y Bolivia denunciado el genocidio los distancia de los gobiernos clientes y serviles de los Estados Unidos, siempre detrás -cuando no está al frente- de las repetidas masacres e invasiones que se suceden en el planeta.
Colectivo Panamá Profundo
16.01.2009
