El año pasado, los Archivos Nacionales aceptaron hacerse cargo de los archivos de Partenia. La directora me invitó a venir a verlos in situ. Una cálida acogida. Una visita apasionante. Los archivos de Partenia están a buen recaudo, junto a los del Abbé Pierre y de los curas obreros.
Unos veinte jóvenes separan, clasifican, ordenan archivos que son el mejor remedio contra el olvido. Me parecen muy motivados por su trabajo.
Un historiador de la Iglesia, Pierre Pierrard, que nos dejó demasiado pronto, afirmaba: « Lo que ocurrió en enero de 1995 es algo único en la historia de la Iglesia: nunca se habían visto tantos laicos, creyentes y no creyentes, congregados el mismo día delante de todos los obispados de Francia y de Bélgica para tomar la palabra. No dudaré en afirma que fue algo nunca visto. »
La directora de los archivos nacionales se muestra siempre dispuesta a recibir todo lo que todavía tengamos sobre Partenia: libros, cartas, vídeos, fotos?? Todo será estudiado, clasificado, catalogado.
Después de la visita, nos espera un buffet. Todo el mundo está invitado. A los postres, la directora quería que yo pudiera dirigirme a los jóvenes. Lo cual hice con gusto, dejando que llegaran sus preguntas. La última que me hicieron fue la culminación: « ¿Qué es lo que más importa en una vida? »
« Amar y ser amado ».