?Congreso continental de teología. Reflexiones exógenas? -- Guillermo Kerber

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Adital

CCT – Brasil
Congreso Continental de Teología
Durante los últimos diez años, mi trabajo en el Consejo Mundial de Iglesias en Ginebra, Suiza, ha implicado viajar por varias regiones del mundo. He podido, por ejemplo, acompañar el trabajo de las Comisiones de Verdad y Reconciliación en Perú y en Sierra Leona, conocer lo que las iglesias están haciendo en el cuidado de la creación en el sur de la India, reflexionar junto a obispos, sacerdotes y pastores de la Conferencia de Iglesias del Pacífico en Fidji sobre las consecuencias del cambio climático en esa región, realizar un trabajo de incidencia ante la Corte Penal Internacional o ante Naciones Unidas en Ginebra, Nueva York o en conferencias como la reciente en Rio de Janeiro (UNCSD Rio+20).

He tenido la oportunidad muchas veces de volver a América Latina y conocer lugares y comunidades hasta entonces desconocidos para mí. Pero, indudablemente, mi condición es de migrante, viviendo en una sociedad y en una cultura bastante diferente de la uruguaya o, si es posible generalizar, la latinoamericana. De ahí lo del título.

Mi trabajo y nuestra vida de familia en Ginebra, nos ha permitido entrar en contacto con otras culturas, mentalidades, estilos de ser iglesia. En estos contextos, y tal vez por el desafío de lo «extranjero», lo diferente, lo «otro», uno busca reafirmar sus raíces y su identidad.

El Vaticano II y la teología de la liberación son dos componentes esenciales de aquéllas. En los últimos meses, en Ginebra, con las parroquias de la zona, hicimos un proceso de reflexión sobre el Vaticano II. Para muchos un descubrimiento, para otros un redescubrimiento, para todos la grata sorpresa de la actualidad, valentía e inspiración de los textos de los Padres Conciliares. El desafío: encarnar el mensaje en un contexto social, económico, incluso religioso, muy diferente. El método y contenidos de la teología de la liberación, la opción por los pobres, la profundización en la Palabra, son criterios que ayudan a seguir a Jesús en Iglesia, a encarnar la voluntad del Padre, in-spirados, valga la redundancia, por el Espíritu.

El Congreso, puede ser una instancia catalizadora de un proceso de 40 o 50 años en el que se hace necesario actualizar qué significa seguir a Jesús en América Latina hoy. Relevando cómo el Vaticano II y la teología de la liberación han permeado el testimonio, el quehacer pastoral, el compromiso de laicos y laicas, religiosas y religiosos, sacerdotes y obispos con el Reino, podremos discernir juntos los caminos que nos toca andar en la fe, la esperanza y el amor. Principalmente en América Latina, pero también, en otros lugares del mundo. Estoy convencido que la Iglesia Latinoamericana y Caribeña y en particular la teología de la liberación tiene mucho que aportar a iglesias de otros continentes.

El Congreso no será pues, un puerto de destino final, sino una escala para recuperar energías (después de muchas tormentas!) y seguir el rumbo. Como Iglesia Latinoamericana y caribeña. Aquí y allá. Al fin y al cabo, no somos todos peregrinos?»

Nota:

(1) Guillermo Kerber es uruguayo y coordina el trabajo sobre Cuidado de la Creación y Justicia Climática en el Consejo Mundial de Iglesias en Ginebra, Suiza, donde vive con su familia desde 2001. Es miembro de la directiva del Centro Católico Internacional de Ginebra y presidente de la Red Internacional de Derechos Humanos. Fue director del Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana y profesor de ?tica en la Universidad de la República y la Universidad Católica en Uruguay. Graduado en Filosofía y Teología (ITU-PUG, Montevideo) y doctor en ciencias de la Religión (UMESP, Brasil). Tiene varios libros y artículos publicados sobre ética y teología en castellano, portugués, inglés y francés. En el Congreso moderará el taller sobre Justicia, Migración y Derechos Humanos.