Comunidad Cristiana de Base – el Pueblo de Dios actùa frente a Obispo en Managua -- Comunidad Eclesial de Base San Pablo Apóstol

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Cuál es el ?oficio?? de Monseñor Solórzano?
Muchos años han pasado ya en que nos habíamos olvidado de las reiteradas mentiras y calumnias que en púlpitos, y a través de los medios, acostumbraba el ?obispo?? Jorge Solórzano referirse a nosotros, los miembros de las Comunidades Cristianas, en especial la Comunidad Cristiana de Base, San Pablo Apóstol, de la Colonia 14 de Septiembre y de la Colonia Nicarao, situadas al oriente de Managua.

Sin embargo, parece que el veneno que tiene en su alma no lo ha podido superar, a pesar de las muchas misas y ?misiones?? que dice practicar??. Decimos esto por el reportaje, que por casualidad nos enteramos salió publicado en el Diario La Prensa del día Lunes Santo 29 de Marzo, en que el Señor Solórzano, pasa de ?obispo?? de Matagalpa a Granada.

Dicho reportaje no hubiera tenido ninguna trascendencia para nosotros si no hubiera sido por la nota marginal en la que se subtitula ?Momentos Difíciles?? en la que el Señor ?Obispo?? vuelve nuevamente al asunto mintiendo, calumniando y tergiversando el verdadero fondo del asunto por el cual el se fue y no es que lo hayamos echado en la forma y con los métodos que él menciona. (Dios fue bueno con nosotros y nos liberó de su nefasta presencia).

Resulta que al contrario de lo que él menciona, nuestras diferencias fueron de carácter religioso y dogmático y en ningún momento nuestras discusiones fueron por asuntos políticos, mucho menos que hayamos querido estar leyendo párrafos de Marx o de Cartas de Fidel durante las celebraciones religiosas.

Se molestaba este ?obispo?? porque cuestionábamos su carácter impositivo y vertical, en la que en vez de un guía, parecía un sargentón de la EBBI (Escuela de Entrenamiento Básico de la Guardia Somocista) o de la Marina de EUA, prohibiéndonos que cantáramos la Misa Campesina o la Misa Popular Nicaragüense, obligándonos a prácticas que desde nuestro nacimiento como Comunidades Cristianas nunca habíamos hecho, como es la de colocar imágenes de santos en nuestra capilla, lo cual desde luego nosotros nunca obedecimos ni practicamos lo que disgustaba mucho a este señor.

Tampoco le gustaba a este señor, que en nuestras comunidades se permitiera un papel protagónico a las mujeres, las que según él no le era permitido ejercer porque lo prohibía el Derecho Canónico, documento del cual ni el .05% de los cristianos católicos lo conoce, ni tuvo nada que ver en su redacción y aprobación.

Cuestiones como éstas son las que provocaron la ira y el abandono de nuestras comunidades, del señor ?obispo?? Solórzano, (de lo cual agradecemos y bendecimos a nuestro Señor Jesucristo que lo hizo tomar esa decisión) y nada que tenga que ver con la política, seguramente él ahora dice eso porque él si tiene una orientación política clara, como nosotros también la tenemos y no nos avergonzamos por ello, ya que ambos tenemos derecho a tenerla, pero que no mienta, que no calumnie.

Podríamos hablar de otras cosas más que sucedieron, todas de carácter religiosas, pero no hay espacio ni tiempo para hacerlo y solo queremos terminar recordándole al señor ?obispo?? que es imposible atribuir a Jesús la creación del orden episcopal, que no hay nada que permita sostener que los Apóstoles, para garantizar la permanencia de su función, constituyeran a sus sacerdotes en obispos. El oficio de obispo, como todos los demás oficios en la Iglesia Católica, es creación de la misma iglesia con el desarrollo histórico que conocemos. El concepto de ?autoridad?? era ajeno a las primitivas comunidades cristianas. Por el contrario cada comunidad encarnaba como tal la relación con Cristo, es decir por ser parte del cuerpo de Cristo estaba obligada a obrar en común, y no a una obediencia pasiva. Así lo comprobamos con motivo de la Cena del Señor (1 Cor 11: 17-34) y de la disciplina que debía reinar en la comunidad (1 Cor 5: 1-13).

Debe pues el obispo Solórzano, despojarse de la vieja levadura de maldad y perversidad y revestirse con la nueva levadura de la sinceridad y la verdad.

Que Jesús le perdone sus pecados, porque nosotros ya lo hemos perdonado, nada de lo que usted diga dañará nuestra fe en El, ni nuestra esperanza y disposición a mantenernos firmes.

Comunidad Eclesial de Base San Pablo Apóstol
Colonia 14 de Septiembre.

Se adjuntan las firmas de respaldo de la comunidad:

Managua, 1º de Abril del 2010