Comunicado del XIII Encuentro Estatal de Curas Obreros.
Reunidos en Madrid una veintena de curas obreros representando a los distintos colectivos del Estado Español, hemos compartido nuestras vivencias e inquietudes y reflexionado sobre ?Nuevas presencias cristianas dentro de un nuevo mundo obrero??.
Nos hemos dejado interpelar por diversos aspectos en los que el sistema neoliberal se muestra deshumanizador, especialmente con las personas y colectivos más débiles: las mujeres, los jóvenes y las personas inmigrantes. Nos preocupa en particular el mundo obrero que soporta condiciones de gran precariedad (contratos basura, deslocalización de empresas…). Y nos sentimos afectados por el sufrimiento de las personas que quedan excluidas de este sistema injusto e inhumano: inmigrantes, presas y presos hacinados en las cárceles, enfermos mentales ignorados, etc.
Ante tantas situaciones que no nos pueden dejar indiferentes pero que nos hacen sentir muy limitados, percibimos una llamada a un cambio global (?otro mundo es posible??), a la vez que una demanda por la defensa de los derechos humanos, pues las personas son lo primero, y un compromiso para provocar esperanza, trabajando en la interculturalidad e interreligiosidad como ámbitos de liberación y enriquecimiento humano.
Como creyentes en Jesús de Nazaret entendemos que la Iglesia debería ser luz, sal y fermento en esta sociedad, siendo servidora de los más pobres, más que institución de poder. Sí, creemos que la Iglesia, Pueblo de Dios, ha de ?entrar en política??, pero no para sacar privilegios para sí misma sino para defender a los más desfavorecidos. Nos duele que la Jerarquía lo haga a favor de las opciones más conservadoras.
Como curas obreros pensamos que nuestro ministerio es una referencia evangélica de presencia en el mundo obrero, de encarnación y compromiso , viviendo en las mismas condiciones que la gente y caminando con ella. No buscamos servir a la institución sino a aquellos que se sienten dejados de lado, alejados y a veces excluidos de ella. Nuestra opción evangelizadora no es por el proselitismo sino por la utopía del Reino de Dios, que es a la vez don de Dios y tarea nuestra. El Reino es más amplio que nosotros y que la Iglesia, y está creciendo por medio de nosotros o a pesar de nosotros.
Vemos que la Institución eclesiástica no anima opciones evangelizadoras comprometidas con el mundo de los empobrecidos. Creemos que estamos cumpliendo nuestra opción evangelizadora, entregando nuestras vidas a la causa de Jesús en el interior del Mundo Obrero, con toda su riqueza y complejidad . Compartimos así nuestra vida, caminando con nuestros hermanos y hermanas y nos sentimos felices con ellos.. De ello queremos dejar testimonio.
Madrid, 1 y 2 de Abril de 2006.