Compartiendo la celebración eucarística de 30 años de matrimonio, de unapareja en Soacha-Cundinamarca (Colombia) -- Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP

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Somos Iglesia Andalucía

El escudo de la Ciudad de Soacha, población cercana a Bogotá, lleva en la parte de arriba, esta frase: ?Sol Omnibus Lucet??, que quiere decir ?El Sol brilla para todos??. Mucho se dice y habla de Soacha, como zona de desplazados/as, lugar de asentamiento de diferentes grupos armados. Soacha es una linda población que llora, aguanta y espera, su pascua en silencio. Tomé el bus en la zona de Chapinero. Pasaban y pasaban buses repletos de gente, la gente corría detrás de los buses, suplicando les abrieran la puerta para subirse, así no hubieran asientos solo, interesaba llegar temprano a casa, para recibir el abrazo y cariños de los padres e hijos.

Eran mujeres y hombres con rostros cansados??llevando paqueticos, con algo de comer para la familia. Esto no era solamente este día, esta es una situación que se vive a diario. Situación que quise vivir intensamente. Había sido invitada a compartir con una familia, la celebración de sus 30 años de casados, celebración organizada por las hijas. Quien celebró, parecía que conociera mis pensamientos y empezó agradeciendo a los presente su presencia, sabiendo lo fatigados que venían de sus trabajos, sin embargo se reunían para agradecer y honrar al Buen Dios, en el aniversario de esta pareja, acompañados de varios de sus vecinos. No fue una celebración rutinaria y menos repetitiva.

No había coro, pero todos cantaban. Las lecturas las hicieron las hijas y una vecina. Fueron lecturas buscadas para la ocasión: 1) Lectura Tobias 8:4-8 (Que podamos llegar juntos a nuestra ancianidad) 2) Salmo 92 3) Lectura 1 San Juan 4:7-16 (Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios). 4) Evangelio 15:9-12 (Que os améis los unos a los otros). No hubo homilía, ni sermón, pero si hubo el compartir de todos/as y cada uno/a de los participantes. En lo que fueron diciendo, se podía sentir que cada uno, lo que decía le era sugerido y brillaba con la luz y presencia del Espíritu Santo. A continuación los celebrantes de esta renovación matrimonial, renovaron delante de la comunidad presente sus votos matrimoniales. Siendo ellos los celebrantes, les fue colocada simbólicamente la estola como ministros celebrantes!

Alrededor de la pareja, todas/dos tomados de las manos se recitó fervorosamente la oración que Jesús nos enseñó: El Padre Nuestro. La Oración de los fieles, fue dedicada de manera especial, para los celebrantes y su familia: ?Concede que sus voluntades se entrelacen en tu voluntad, y sus espíritus en tu Espíritu, para que crezcan en amor y paz contigo y el uno con el otro, todos los días de su vida. Amén?? ?Dales gracia para que, cuando se ofendan el uno al otro, reconozcan y acepten sus faltas, se pidan perdón y busquen el tuyo, oh Señor. Amén?? ?Dales tal plenitud de su afecto mutuo que se proyecten en amor y preocupación por los demás. Amén?? Las hijas se acercaron a la mesa eucarística, trayendo las ofrendas.

Quien dirigía la celebración eucarística, motivó a los participantes en esta celebración, con una moción, haciéndonos caer en cuenta del compromiso que tenemos cada uno/a cuando estamos celebrando la Eucaristía: ?Celebrantes somos todos, por lo tanto el compromiso es de todas/os, por ello les invito a repetir conmigo las palabras de la Plegaria Eucarística, en el momento de la consagración??. Nadie se quedó con la boca cerrada, todos participamos entre temblor y temor de sentir verdaderamente que estábamos haciendo un compromiso de entrega, dándonos sin reversas haciendo agradable la vida a los demás.

Haciéndonos entender del valor del sacerdocio comunitario, como comunidad celebrante; quien coordinaba la celebración, invitó a la pareja a ejercer su sacerdocio sirviendo la Sagrada Eucaristía. Empezaron dando la Comunión a sus hijas. Así como han dado vida a esta familia, ellos sentían que estaban dando el Pan de Vida Espiritual no solo a su familia, sino a sus vecinos y amigos participantes, en esta celebración de aniversario matrimonial. Una vez terminada la Eucaristía, se nos invitó a salir llenos de gozó a anunciar el Evangelio! Volviendo al escudo de la población de Soacha, firmemente creo que el Sol esta iluminando para TODAS/OS.

Septiembre 2011