Todo nuestro encuentro, desde la alegría y el abrazo de volvernos a encontrar, hasta la paz con la que nos despedimos, es una eucaristía. Entendemos que es la comunidad la que celebra y alguien, hombre o mujer, hace en cada encuentro de presidente o coordinador o animador No seguimos un esquema fijo. Con bastante frecuencia podemos destacar en ella los pasos siguientes, con dos partes perfectamente diferenciadas.
La primera es un contacto con la palabra para traducirla a nuestra vida o viceversa, acontecimientos de nuestra vida, para iluminarlos con la palabra. Lo importante es que gire todo alrededor de Jesús de Nazaret, como referente único, como la novedad radical que fue y debe seguir siendo hoy. En algunos encuentros contamos con una breve exposición de un tema, sobre el que tratamos de profundizar y llevar a nuestra vida de todos los días. La mayoría de las veces partimos de unos textos evangélicos, con frecuencia los de la liturgia del domingo. Generalmente gira todo el encuentro en torno de un tema previamente fijado. Es un tiempo de estudio, diálogo, contraste de opiniones, sugerencias, reflexiones … importa mucho exponer más que lo que se debe hacer, lo que se está haciendo Si somos muchos nos dividimos un tiempo en pequeños grupos. Lo hacemos para favorecer una mayor profundización en el tema y una mayor participación de todos. Cuando el tiempo lo permite terminada esta primera parte, solemos compartir la comida que cada uno ha traído, La consideramos parte integrante de la eucaristía.
La segunda parte es hacer el memorial, el recuerdo y la repetición de la Cena del Señor Un tiempo de oración personal y comunitaria. Cabe destacar en ella:
· La expresión personal de nuestra fe: presentamos, en contraste con lo que nos enseñaron, lo que creíamos, lo que hoy fundamenta nuestra fe y nuestro seguimiento de Jesús como referente único.
· La Acción de Gracias. Es lo que hizo Jesús antes de partir el pan y es lo que nos invita a que hagamos nosotros cada vez que nos reunimos en su nombre. ¿Por qué tengo que dar gracias?¿Qué signos vemos en nosotros, y en otros, que están ya haciendo realidad esa otro mundo posible y esa otra iglesia en la que soñamos?.
· La Fracción de Pan. El memorial de la Cena. Actualizamos el deseo de Jesús ?Haced ésto en memoría mía?? ?sto??: el partir el pan y beber la copa, y también el?lavaos los pies unos a otros??, ?lo que hicisteis con los demás conmigo lo hicisteis??, ?Entre vosotros el que quiera ser el primero que sea haga el último??, Era preregrino, inmigrante, y me atendisteis??. ..etc.etc
· Las Peticiones. ¿Qué deseo para mí y para los demás a partir de lo expuesto en la primera parte del encuentro?. ¿Qué deseamos, conscientes de que otro mundo es posible y otra iglesia también? Si en nuestras peticiones tenemos presente el padre nuestro seguro que acertaremos en los que nos conviene pedir.
La riqueza de nuestro encuentro va a depender en mucho de cómo, a partir de las directrices ofrecidas por la coordinadora para cada encuentro, hayamos preparado cada uno la eucaristía, nuestras eucaristía, con nuestras intervenciones, testimonios personales, signos, cánticos etc.
Terminamos con el Padre nuestro y la Paz, con el convencimientos de que si nuestra celebración no ha conseguido que nos sintamos más unidos y más preocupados por el sufrimientos de los otros y de nuestra madre tierra, no ha sido la Cena del Señor.