Este mensaje nos lo envían desde la comisión organizadora de la Asamblea. No nos sorprende. La presión sobre los Agustinos debe haber sido enorme.
La libertad de expresión no es aceptada en la Iglesia Católica de hoy. También el Congreso de Teología fue expulsado de los centros eclesiásticos para encontrar acogida en CCOO.
Nos recuerda cuando pasaba exactamente lo contrario.
Soy testigo directo de ello. Muchas instituciones católicas, con anuencia de sus más altos superiores, ponían sus locales a disposición de organizaciones y partidos clandestinos en su resistencia contra la dictadura. El argumento era claro: La Iglesia no defiende esa concreta ideología o política. Pero defiende el derecho a la libertad de asociación y expresión y hace posible su ejercicio haciendo posible esas reuniones con los medios que dispone. ¡Y cómo le sirvió esto a la Iglesia para salir bien parada en la transición!
Me imagino que es el mismo planteamiento que ahora se hacen los responsables de CCOO o de la Facultad de Matemáticas de la Complutense: No entramos en el conflicto que pueda enfrentar a este grupo de cristianos con sus autoridades pero defendemos el derecho a la libertad de asociación y expresión de todos y queremos hacer posble el ejercicio de ese derecho ofreciéndoles los locales.
¡Cuánto han cambiado las cosas!