Chapuzón con conciencia ecologista -- Rodolfo Cortés Calderón

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

El párroco de la iglesia Católica de Quimistán, Santa Bárbara, nos asignó en los últimos meses una tarea entre algunas de las familias de las casi 80 aldeas y caseríos que tiene este municipio. Actividad que realizamos con inmensa alegría tratándose de una labor que nos hace disfrutar al máximo las bondades de la naturaleza, su paisaje, pero sobre todo la sencillez, el cariño y el desprendimiento de su gente.

Y no deja de ser cierto, Quimistán es el municipio más rico y grande de Santa Bárbara, HONDURAS, pero como contraste en sus aldeas hay muchas familias despojadas y empobrecidas. Sus montañas están llenas de agua y biodiversidad; sus tierras, valles y serranías, son prodigiosas en producción agropecuaria y productos naturales; la biodiversidad de su flora y fauna es exuberante; sus bosques de pinares y caducifolios extensos; en su subsuelo yace abundante oxido de hierro, cinc, oro y plata que son el desvelo de los voraces capitalistas neoliberales que cual Midas todo lo quieren transformar en dinero.

Aprovechando estas semanas de ?gira??, pero más de relajamiento y solaz, decidimos darnos tal vez un último chapuzón en estas cristalinas y puras aguas, siendo testigo de ello las fuentes de Quebrada Grande, Arena Blanca, La Ruidosa, Río Listón, etc., bellas fuentes predestinadas a su desaparición. Mientras disfrutaba estas frescas y abundantes aguas, meditaba en la indiferencia de las autoridades nacionales y municipales en proteger, cuidar y utilizar racionalmente estos no renovables bienes naturales, pero además, la poca conciencia de sus pobladores, principalmente los jóvenes, en cuidar estos bienes naturales.

Durante las últimas décadas grandes empresas madereras han destruido sus bosques de manera irracional. Las comunidades de Correderos, Las Flores, Río Blanco y Tierra Amarilla son el peor ejemplo de ello. Pero también hay productores agrícolas y pecuarios que han destruido las montañas en todas las direcciones. San Isidro con el monocultivo de piña y Quimistán con el cultivo de caña son un desastre ecológico. Pinalejo no tardará en ser un pueblo fantasma que quedará sólo en la imaginación y el recuerdo.

El año pasado con la complicidad del gobierno nacional y la corporación municipal de Quimistán se concesionó una empresa hidroeléctrica llamada CUYAGUAL que entubará las aguas de la quebrada La Ruidosa, única fuente viable y suficiente para satisfacer de agua potable las comunidades adyacentes y las poblaciones de Pinalejo y Quimistán que albergan juntos una población estimada de 25,000 habitantes. Ya el año pasado varias comunidades montaña arriba cercanas a este Proyecto presentaron su preocupación al señor alcalde don Juan José Guevara Figueroa.
Pero, además, la fiebre de la minería ya se posicionó de algunas comunidades como El Pinal, Correderos y La Mina, dejando horadado, contaminado y destruido el suelo y el ambiente sin que las autoridades municipales hagan algo por evitarlo.

También el estado de Honduras, sin consultar a las comunidades ya otorgó en este municipio al menos tres concesiones mineras a empresas transnacionales que no dudamos se beneficiaran de las aguas del proyecto CUYAGUAL y dejarán enorme destrucción y contaminación al municipio.
Mientras tanto, las Corporaciones Mineras se llenan la boca diciendo que hacen grandes aportes a la economía hondureña. Sólo esta semana en un diario de circulación nacional leía: ?Mineras reportan 5700 millones de Lempiras a economía hondureña?? y hoy día escuchando a un analista económico serio dijo que a Honduras sólo le queda el 0.3% o sean 17 millones de Lempiras. Lo demás sale al extranjero a hacer más ricas estas corporaciones financieras, ¿qué les parece?.

Es una lástima que a las generaciones de los años 2050 y venideras se les esté negando de una manera irresponsable el derecho a disfrutar de agua pura, suficiente y de calidad; de un ambiente y clima agradable y sobre todo de un paisaje sano y natural sólo por satisfacer la ambición de algunos empresarios hondureños y extranjeros afanados en amasar fortuna a costa de las poblaciones futuras.
Bien lo dijo la asesinada ambientalista BERTA ISABEL CÁCERES FLORES: ¡Despertemos!, ¡Despertemos Humanidad! Ya no hay tiempo.

17 de julio 2016.