Enviado a la página web de Redes Cristianas
Queridos amigos
os escribo de nuevo desde Santa María Chiquimula, nuestro lugar de acogida en Guatemala. la verdad aún readaptándome un poco aunque rápido volvimos al trabajo por aqui. nos recibieron de nuevo con cariño y alegría, lo que nos hace retomar la tarea con más ganas. no os puedo contar muchas cosas más alegres. la vida aquí es difícil.
Aunque no tenemos agua y las pulgas de nuevo «me comen» como si fuera perro eso es el menor de mis problemas y ni me importa. hace una semana se nos murió una paciente recién nacida, le dieron de alta tras el parto y dijeron a los papás que todo estaba bien. se nos murió en el carro en el trayecto del hospital a casa. hoy acaba de fallecer otra señora de 41 años por una diabetes mal controlada que le hizo generar una úlcera en su pie que ha ido evolucionando mal. y aquí por muchos motivos cuesta sudor y lágrimas movilizar a una familia al hospital… por costumbre, desconfianza, miedo, pobreza… muchas cosas que a veces a nosotros nos cuesta entender pero aquí toca aceptar. y tan serenamente aceptan las muertes como voluntad de Dios y lo viven con paz y resignación. y yo me cuestiono qué hago aquí, para qué sirve a veces el esfuerzo, por qué pasa esto, muchas muertes de aqui las veríamos inaceptables en nuestro país…
Siento contaros esto pero a veces es la tristeza y el dolor lo que nos toca vivir. así he comenzado la cuaresma, sintiéndome como la ceniza. ojalá que la Pascua transforme toda esta realidad, la muerte en vida, mis miedos e incertidumbres en esperanza, la tristeza de estas familias en alegría…
Tampoco quiero dejaros con mal sabor de boca. nos rodea también mucha vida, mucho cariño, gente que se esfuerza por salir adelante, gente que ama, que confía, que ayuda… y que hacen que todo merezca la pena
Hoy me despido pidiéndoos una oración por este pueblo y sus gentes
gracias. un abrazo