Enviado a la página web de Redes Cristianas
El Foro Social Pan Amazónico -FOSPA- es un espacio de articulación, acción y reflexión relacionadas a la cuenca amazónica que atraviesa Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, República Cooperativa de Guyana, Surinam y Guyana (francesa). Nos reunimos cada dos años congregando y articulando movimientos sociales, pueblos indígenas y comunidades tradicionales de los nueve países de la cuenca del Amazonas. Buscamos desarrollar la autonomía de los pueblos; promover una democracia participativa e intercultural, contra los modelos de «desarrollo» depredadores, para construir una justicia ambiental e igualdad social.
En este marco, desde el Comité Nacional del FOSPA – Perú, consideramos importante hacer llegar a los obispos que van a participar en el Sínodo Amazónico que se llevará a cabo en octubre de este año, nuestras preocupaciones y propuestas.
Iniciamos este mensaje recordando lo que manifestó el Papa Francisco en Madre de Dios1: «La Amazonia, además de ser una reserva de biodiversidad, es también una reserva cultural que debe
preservarse ante los nuevos colonialismos Quienes no habitamos estas tierras, necesitamos de vuestra sabiduría y conocimiento para poder adentrarnos sin destruir el tesoro que encierra esta región».
La Amazonia está amenazada. La crisis financiera del 2007 a 2009, una crisis del patrón de acumulación del capital que podemos comparar con las crisis del siglo XIX (1870) y la de 1929, obligaron al capitalismo a reinventarse. Esta crisis ha dejado su sombra sobre la que estamos atravesando actualmente. La crisis actual es de dimensiones económicas, sociales, políticas y ambientales, en un escenario internacional de reordenamiento de las fuerzas geopolíticas, que tiene como telón de fondo una disputa de hegemonía entre potencias globales centralizadas en los EEUU y China.
La actual contraofensiva del neoliberalismo tiene como objetivo preservar la dominación de la «mentalidad de mercado»2 «que ha llegado a incorporarse a la forma natural en que muchos de nosotros interpretamos, vivimos y entendemos el mundo»3, esta fuerza busca perpetuar el papel de América Latina como proveedora de materias primas, reforzando la dependencia de sus economías del agro negocio, la minería y el petróleo, impactando y destruyendo a la Amazonia y a sus pueblos.
Identificamos que el neoliberalismo requiere para su reproducción:
1) El control de la energía y ta dominación de los territorios, utilizando los bienes naturales como petróleo, minerales, agua, tierra, biodiversidad y aire.
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2) Este control proporciona ganancias extraordinarias mediante métodos anti-éticos y corruptos, apropiándose los ingresos fiscales recaudados por el Estado.
3) Todo ello para debilitar, ignorar y agredir los derechos conquistados históricamente por los pueblos indígenas, las mujeres, los trabajadores y otros sectores.
4) La ofensiva sobre las políticas sociales con impacto en la distribución del ingreso, profundizando la pobreza y la desigualdad social.
5) Usar la cooptación de los órganos del Estado, para favorecer la concentración de la riqueza y de la tierra en manos privadas.
6) La dominación de corazones y mentes al buscar La colonización y homogenización de nuestros saberes y sentidos.
El avance del capital sobre nuevos territorios en la Amazonia o sobre sus nuevas fronteras es constante. La dinámica de deforestación, la colmatación de los ríos, la expropiación de tierras, las matanzas y el genocidio de indígenas son resultado de esta contraofensiva neoliberal.
Reconocemos, al igual que el Papa Francisco que4: «Probablemente los pueblos amazónicos originarios nunca hayan estado tan amenazados en sus territorios como están ahora… Hemos de romper con el paradigma histórico que considera a la Amazonia como una despensa inagotable de los Estados sin tener en cuenta a sus habitantes».
Los pueblos indígenas amazónicos y andinos le han dado lecciones al planeta sobre la forma de relacionarnos armoniosamente con la naturaleza. Estos pueblos no son más invisibles, se están movilizando contra las políticas de los diversos gobiernos por una sola razón, RESPETO:
A ser DIFERENTES por la unidad en la diversidad cultural amazónica-andina y a ser tratados con dignidad.
A sus TERRITORIOS que son fuente de su identidad cultural y de todos sus derechos.
A ser CONSULTADOS de manera libre, previa e informada y vinculante de acuerdo a los convenios internacionales, especialmente el 169 de la OIT.
A decidir SU PROPIO modelo de desarrollo basado en la vida plena y el buen vivir.
Consideramos que los temas centrales de nuestra agenda andino-amazónica son los que aquí formulamos como PROTESTA y PROPUESTA:
PROTESTAMOS la contra la visión dominante de la región andino-amazónica como una zona de expoliación de sus pueblos, bienes naturales y culturas a favor de intereses privados y transnacionales. PROPONEMOS proteger la Amazonia como una reserva estratégica para la conservación de la biodiversidad y la defensa de la vida
PROTESTAMOS contra las políticas de los Estados, empresas extractivas e incluso ONGs «conservacionistas», que violan los derechos territoriales, culturales, sociales y económico- productivos de los pueblos indígenas, colonos ribereños y trabajadores del campo.