Carta de Sonsón. ?Las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes somos vida, no los grandes degradadores de la naturaleza??

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

CENSAT-AGUA VIVA. Boletín No.158
Comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes de los departamentos de Cauca, Cundinamarca, Caquetá, Putumayo, Caldas y Antioquia; habitantes de las cordilleras, ríos, cerros, montañas, bosques, selvas y páramos de este país, reunidas en Sonsón (Antioquia, Colombia) los días 12 y 13 de Mayo para intercambiar experiencias sobre las amenazas y proyectos que se ciernen sobre nuestros territorios por políticas de conservación, declaramos lo siguiente:

1. Nuestras formas de reproducción comunitaria de la vida se basan en relaciones de apropiación, uso y cuidado de la naturaleza, los bosques, las selvas, los suelos, las aguas, las semillas, los animales y los aires. En el intercambio con estos elementos comunes producimos nuestros territorios, fundamento de la vida de comunidades humanas y no humanas. Nuestras formas de vida están articuladas a la producción de alimentos y el sustento (económico, energético e hídrico) de nuestras familias, al cuidado de las fuentes de agua de donde nos surtimos y de las montañas, valles y planicies donde habitamos. No somos los grandes depredadores o contaminantes como nos señalan y consideramos que culparnos de los graves problemas ambientales que genera el modelo económico y político a nivel mundial, desdibuja las causas, actores e intereses en esta crisis social y ambiental que vivimos.

2. Las formas oficiales y hegemónicas que ha asumido la conservación, dictaminadas por tomadores de decisiones en lo internacional, nacional, o regional, promueven territorios sin gente o con la imposición de condiciones que hacen imposible continuar viviéndolos a largo plazo. Estas formas de conservación no respetan nuestros modos de vida, nos imponen restricciones e ilegalizan nuestras prácticas ancestrales. Reconocemos que las Áreas Protegidas y sus diferentes categorías de manejo, incluyendo la delimitación de páramos y las Zonas de Reserva Forestal de Ley Segunda han sido figuras históricamente generadoras de conflictos en los territorios donde se implantan y no han respondido a las realidades y necesidades de las comunidades que habitamos estos territorios.

3. Estos conflictos generados por la ?conservación?? se profundizan, se amplían y se refinan con las propuestas de crecimiento verde. Estas maneras de hacer negocio con la naturaleza nos mantienen con la constante amenaza de ser desalojados, perseguidos o encarcelados por continuar habitando o por retornar a nuestros territorios tras haber sido desplazados. Por eso rechazamos que se pretenda arrancar nuestras raíces, ahora con la violencia que encubren los discursos conservacionistas.

4. Nuestras comunidades han sido víctimas del conflicto armado y el desplazamiento forzado. Los grupos armados legales e ilegales generaron mucho dolor en nuestros territorios, con masacres, asesinatos y privatización de zonas por la guerra, produciendo destierros, hambre y muerte. Después de que el conflicto armado ha disminuido un poco y pudimos retornar (muchas veces por cuenta propia) o continuar en nuestras tierras, actores diferentes (empresas hidroeléctricas, agroindustriales, corporaciones ambientales, entre otros) llegan a nuestros territorios a generar nuevos desplazamientos forzados por el ?desarrollo??. La violencia extractiva, se deriva de la imposición de hidroeléctricas de distintos tamaños, minería de gran escala, actividades petroleras, monocultivos forestales. Estas intervenciones han arrasado -o amenazan con hacerlo- nuestros territorios, nuestros suelos, envenenado o robado la libertad a nuestras aguas, enfermado a nuestros pueblos, han destruido nuestros medios de vida y nos han criminalizado o judicializado por oponernos a ellas.

5. Vemos con gran preocupación cómo avanza el extractivismo de manera simultánea a políticas internacionales y nacionales de conservación. Nuevos instrumentos como REDD+ y variantes suyas dentro de las cuales destacamos Banco2, son apenas un maquillaje verde para que empresas agresivas con la naturaleza y con las comunidades locales, puedan continuar expandiéndose, mostrándose como amigables con los pueblos y los medios naturales, mientras cercan nuestros territorios y criminalizan las formas de uso, apropiación y cuidado que tenemos las comunidades locales. Hacemos un llamado de solidaridad con otras comunidades afectadas por el extractivismo para impedir el enverdecimiento de empresas contaminantes y expoliadoras a través de la vinculación de comunidades campesinas a este tipo de proyectos. Sabemos que la alianza entre políticas extractivas y de conservación, no sería posible sin la anuencia de las autoridades ambientales en las distintas escalas y que se aprovechan del empobrecimiento histórico que hemos padecido.

6. Denunciamos que estos mecanismos han llegado a nuestros territorios con engaños y falsas promesas y alertamos a otras comunidades frente a la aceptación poco crítica y suspicaz que estos mecanismos han generado. Invitamos a las comunidades campesinas, afros e indígenas para que se informen sobre las implicaciones de proyectos REDD, REDD+, Banco2, de Pago por Servicios Ambientales y sobre cualquier otro proyecto que esté llegando a los territorios para alimentar intereses externos.

7. Consideramos que nuestras comunidades campesinas, indígenas y afros somos parte también de la naturaleza. Como los ríos, selvas, frailejones, venados o semillas, nuestras comunidades en procesos de interacción históricos hemos cuidado y reproducido esos territorios, sus formas de vida humana y no humana. La conservación no puede realizarse despojando a las comunidades. Exigimos que ninguna decisión sobre nosotrxs, sea tomada y ejecutada sin nosotrxs. Rechazamos la presencia de mecanismos REDD, REDD+, Banco2, de Pago por Servicios Ambientales, entre otros, en nuestros territorios.

8. Invitamos a los entramados comunitarios campesinos, indígenas, afros y urbano populares a fortalecer sus organizaciones y tejidos locales para hacer frente a las distintas amenazas para nuestros medios y modos de vida. El territorio no sólo se pierde cuando nos sacan de él, sino cuando nos sacan el territorio de nuestros pensamientos, sentires y haceres.
¡Somos vientos soplando; somos ríos corriendo, montañas retumbando, somos los frutos sembrados en nuestras tierras. Somos vida tejiendo comunidad!
Intercambio Andino Amazónico de Comunidades Afectadas por Políticas de Conservación