Enviado a la página web de Redes Cristianas
Somos médicos y científicos que dedicamos nuestras vidas a desarrollar medios para cuidar y proteger la salud y la vida. Somos, asimismo, personas informadas, que enseñamos la ética de nuestras profesiones, junto con el conocimiento y la práctica. También hemos trabajado en Gaza por años y conocemos la situación. Es en el marco de nuestra ética y práctica profesionales que denunciamos la agresión israelí contra Gaza.
Les pedimos a nuestros colegas, profesionales jóvenes y viejos, que denuncien esta agresión de Israel. Desafiamos la perversidad de la propaganda que justifica la creación de una emergencia para disfrazar las masacres que se cometen, la así llamada ?agresión defensiva??, cuando en realidad se trata de un ataque implacable, de duración, extensión e intensidad ilimitadas. Deseamos denunciar los hechos como los vemos y sus implicaciones para las vidas de las personas.
Nos sentimos consternados ante la embestida militar contra la población civil de Gaza con el pretexto de castigar a los terroristas. ?ste es el tercer ataque militar a gran escala en contra de Gaza desde 2008 y, cada vez, es la gente inocente de Gaza, especialmente mujeres y niños, la que pone las víctimas con la inaceptable excusa de Israel de erradicar los partidos políticos y la resistencia a la ocupación y el asedio que impone.
Estas acciones también aterrorizan a personas que no son víctimas directas porque hieren el alma, la mente y la resiliencia de la generación joven. Nuestra condena y repulsa se hacen más fuertes ante la negativa a permitir que Gaza reciba ayuda externa y suministros para mitigar la situación desesperada en que se encuentra.
El bloqueo de Gaza se ha intensificado desde el año pasado, lo cual ha causado más estragos en su población. Aquí la gente padece hambre, sed, contaminación, escasez de medicinas y electricidad, y falta de acceso a cualquier medio para obtener ingresos, además de estar sometida a los proyectiles y bombardeos. La crisis de poder, la escasez de gasolina, agua y alimentos, los derrames de aguas residuales y la disminución constante de recursos son desastres causados directa e indirectamente por el bloqueo.1
La población de Gaza resiste esta agresión porque desea tener una vida normal y mejorarla. A pesar de llorar de tristeza, dolor y terror, rechaza una tregua temporal que no ofrece ninguna posibilidad real de un mejor futuro. Una voz que se escucha a través de los ataques es la de Um Al Ramlawi, que habla por todos en Gaza: ?De todas maneras nos están matando?una muerte lenta por el bloqueo o rápida por los ataques militares. No tenemos nada que perder?debemos pelear por nuestros derechos o morir en el intento??.2
Gaza ha sufrido un bloqueo por tierra y por mar desde 2006. Cualquier habitante de Gaza, incluso un pescador que se aventure a ir más allá de 3 millas náuticas de la costa de Gaza, se arriesga a que la marina israelí le dispare. Nadie puede salir de Gaza por los únicos dos puestos de control fronterizo, Erez o Rafah, sin un permiso especial extendido por los israelíes y egipcios, que para muchos es difícil, si no imposible, de obtener. La gente de Gaza no puede ir al exterior a estudiar, trabajar, visitar familiares o hacer negocios. Las personas que resultan heridas o se enferman no pueden salir fácilmente para recibir tratamiento especializado fuera de Gaza. El ingreso de alimentos y medicinas se ha restringido, y algunos artículos esenciales para la sobrevivencia están prohibidos.3 Antes del ataque actual, los suministros médicos en existencia en Gaza habían llegado a niveles mínimos sin precedentes debido al bloqueo.3 Ahora están agotados. Asimismo, la agricultura se ha visto gravemente afectada por la imposición de una zona de amortiguación, Gaza no puede exportar sus productos agrícolas debido al bloqueo y el 80% de su población depende de las raciones de alimento que distribuye la ONU.
Gran parte de los edificios y la infraestructura de Gaza había sido destruida durante la Operación Plomo Fundido en 2008 y 2009, y luego se impidió el acceso a materiales de construcción, de manera que no se pudo reconstruir adecuadamente ninguna de las escuelas, hogares e instituciones destruidas. Es poco común ver que alguna fábrica bombardeada sea reconstruida, lo que suma el desempleo a la indigencia
A pesar de las difíciles condiciones, la población de Gaza y sus dirigentes políticos dieron pasos recientes para resolver sus conflictos ?sin armas ni daños??, a través de un proceso de reconciliación entre facciones cuyo liderazgo renunció a cargos y nombramientos para formar un gobierno de unidad y abolir las divisiones políticas que los enfrentaban desde 2007. Esta reconciliación fue rechazada por Israel, a pesar de contar con la aceptación de muchos en la comunidad internacional. Los ataques actuales de Israel ponen freno a esta unidad política entre Gaza y Cisjordania, y tiene como objetivo a una parte de la sociedad palestina al destruir las vidas de la población de Gaza. Con el pretexto de eliminar el terrorismo, Israel intenta destruir la creciente unidad palestina. Se afirma, entre otras mentiras, que la población civil de Gaza es rehén de Hamas, cuando la verdad es que la Franja de Gaza está sellada por israelíes y egipcios.
Gaza ha sufrido bombardeos continuos durante los últimos 14 días, seguidos ahora por una invasión terrestre con tanques y miles de tropas israelíes. Más de 60,000 habitantes de la población civil del norte de Gaza recibieron orden de abandonar sus hogares. Esta población de desplazados internos no tiene a dónde ir puesto que el centro y sur de Gaza también son objeto de bombardeos y ataques con artillería pesada. Toda Gaza está sometida a ataques. Los únicos refugios son las escuelas de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA por sus siglas en inglés), refugios inseguros puesto que ya han sido atacados durante la Operación Plomo Fundido con gran número de víctimas mortales.
Según el Ministerio de Salud de Gaza y la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA),1 el 21 de julio habían muerto 558 personas y 3,054 se encontraban heridas, entre éstas 149 y 1,100, respectivamente, eran niños y niñas; sin contar las personas que están enterradas bajo los escombros. Mientras escribimos esta carta, la BBC informa del bombardeo de otro hospital que afectó la unidad de cuidados intensivos y las salas de operación, a consecuencia del cual murieron varios pacientes y miembros del personal. Ahora se temen ataques al hospital Al Shifa, que es el principal hospital de Gaza. Además, mucha gente sufre trauma sicológico. Cualquier niño o niña mayor de 6 años en Gaza ha vivido ya su tercer ataque militar israelí.
La masacre de Gaza no perdona a nadie, ni siquiera a las personas discapacitadas y enfermas en hospitales, a niños y niñas que juegan en la plaza o en el tejado de su casa, con una gran mayoría de no combatientes. Hospitales, clínicas, ambulancias, mezquitas, escuelas y edificios de medios de comunicación han sido objeto de ataques y miles de hogares particulares han sido bombardeados.
Es evidente que estos bombardeos han tenido como blanco a familias enteras que han muerto en sus hogares y también han servido para despojar a las familias de sus hogares al expulsarlas minutos antes de empezar la destrucción. El 20 de julio fue destruida un área entera que dejó sin hogar a miles de personas desplazadas, además de causar la muerte de por lo menos 70 personas y cientos de heridos, algo que trasciende, y con mucho, el objetivo de encontrar túneles. Ninguno de estos blancos son de carácter militar. Estos ataques están destinados a aterrorizar, a herir a las personas en cuerpo y alma, a hacer que su vida sea imposible en el futuro, a demoler sus hogares y a prohibir que accedan a los medios para reconstruirlos.
Se utilizan armas que se sabe causan daños de larga duración a la salud de toda la población, sobre todo explosivos de metal inerte denso y bombas de cabeza dura (hard-head).4, 5 Fuimos testigos del uso indiscriminado de proyectiles dirigidos que han alcanzado a niños y niñas; también vemos todo el tiempo que las así llamadas armas inteligentes no son tan precisas como se cree, a menos que se utilicen deliberadamente para destruir vidas inocentes. Denunciamos el mito propagado por Israel de que la agresión se lleva a cabo con cuidado de evitar víctimas civiles y proteger el bienestar de la infancia.
La conducta de Israel ha insultado nuestra humanidad, inteligencia y dignidad, al igual que nuestra ética y esfuerzos profesionales. Incluso aquellos entre nosotros que desean ir a Gaza para ayudar no pueden hacerlo por el bloqueo.
Debe ponerse freno a esta ?agresión defensiva?? de duración, extensión e intensidad ilimitadas. Asimismo, si se confirmara que Israel ha utilizado gases, lo cual constituye sin duda alguna un crimen de guerra, antes que nada deben aplicarse de inmediato fuertes sanciones a Israel y cesar cualquier acuerdo comercial y de cooperación que tenga con Europa
Mientras escribimos, se informa de otras masacres y amenazas al personal médico de los servicios de emergencia, y se impide el ingreso de convoyes de ayuda humanitaria a Gaza.6 Como científicos y médicos no podemos guardar silencio mientras continúan estos crímenes de lesa humanidad. Instamos a los lectores a que también rompan el silencio. Gaza se encuentra sitiada y muere a manos de una de las maquinarias militares modernas más sofisticadas del mundo. La tierra está envenenada por los residuos de las armas utilizadas, con consecuencias nefastas para las generaciones futuras. Si aquellos de nosotros que somos capaces de hablar, no lo hacemos y no nos pronunciamos en contra de estos crímenes de guerra, también somos cómplices de la destrucción de vidas y hogares de 1.8 millones de gazatíes.
Observamos con desaliento que sólo el 5% de nuestros colegas académicos israelíes firmaron un llamado a su gobierno para poner fin a la operación militar en contra de Gaza. Nos sentimos tentados a concluir que con excepción de este 5%, el resto de los académicos israelíes son cómplices de la masacre y la destrucción de Gaza. Vemos, asimismo, la complicidad de nuestros países en Europa y Norteamérica con esta masacre, y la impotencia otra vez de las instituciones y organizaciones internacionales para detenerla.
Para acceder a Carta abierta a los académicos israelíes, véase http://haimbresheeth.com/gaza/an-open-letter-to-israel-academics-july-13th-
Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales