Estimado monseñor Blázquez
Como bien sabe, la Comisión General de Justicia y Paz de España es una institución creada en el año 1968 por la Conferencia Episcopal Española con el objeto de velar por los derechos humanos, la paz y el desarrollo de los pueblos. Actualmente, la Comisión está formada por todas y cada una de las comisiones diocesanas de Justicia y Paz del territorio español.
Tiene entre sus fines, según los estatutos aprobados en la Asamblea Plenaria de la CEE celebrada los días 20-24 de noviembre de 2006: “Facilitar los conocimientos necesarios y convenientes para impulsar y estimular el compromiso lúcido y crítico de los cristianos y de las instituciones en general, dentro del campo de las actividades político-sociales y cívicas…” y entre sus medios “dar a conocer el fruto de su reflexión, desde la perspectiva específicamente cristiana, sobre hechos, situaciones, etc. que afecten las exigencias de la justicia, el desarrollo y la paz”.
Queremos con nuestra reflexión contribuir a la concordia y la serenidad, tanto dentro de la Iglesia como en la sociedad civil:
1.- Pensamos que es necesario y cada vez más urgente, que haya un pacto sobre educación en el que se tenga en cuenta, además de las opiniones de los principales partidos políticos mayoritarios (PSOE y PP), las de otros de ámbito nacionalista y a las demás partes implicadas: padres y madres de alumnos, profesores…
2.- Hubiese sido deseable, por tanto, que la asignatura Educación para la Ciudadanía y cualquier otra modificación en el curriculum de los alumnos, se hubiese pactado con anterioridad.
3.- Una vez decidido, legítimamente por el actual gobierno introducir esta asignatura de forma obligatoria creemos que es necesario puntualizar algunos aspectos:
Ø Nos parece positivo que esta materia sea cursada, ya que nuestros jóvenes deben ser formados en el respeto a los derechos humanos, la tolerancia, la solidaridad, la cooperación…
Ø Entendemos que muchos de estos valores, compartidos en nuestra sociedad, son buena parte de ellos aportados históricamente desde el cristianismo.
Ø Hemos comprobado que el desarrollo de la materia recogido en textos de diversas editoriales está en consonancia con los valores anteriormente mencionados.
Ø Somos conscientes que en algún caso pueden existir otros contenidos o algunas formas de impartir la asignatura aceptados por una parte de los ciudadanos españoles y no por otra. Esto mismo ocurre en otras muchas materias que se imparten en nuestra escuela.
Ø Es por ello, que también es a los padres a los que les corresponde el velar porque los contenidos de esta asignatura y de otras no sean convertidos en un adoctrinamiento al servicio de una ideología concreta.
4.- La Iglesia debe dar orientación que ayude a la toma de postura de sus fieles, pero debe admitir también que los católicos pueden y deben disentir en aquellos aspectos que no afectando al dogma violenten su conciencia.
5.- Por todo ello consideramos una vez más, el papel importante que debemos tener los cristianos en crear y participar en foros de encuentro, diálogo y entendimiento, contribuyendo así de una forma positiva a la convivencia entre todos.
Reciba un cordial saludo,
Madrid, 16 de julio de 2007