Me cago en mis viejos
Escribir significa traducir en palabras el mundo que vivimos o contemplamos cada día. Las palabras son un lenguaje con significado. Es maestro, en este aspecto, Miguel Delibes cuando narra vivencias, aventuras, escenas de cada día.
Hay otras maneras, por lo visto, de narrar. No sé si por moda o incapacidad. En El Pais sale desde hace 12 días un espacio con el título ?Me cago en mis viejos??. Por curiosidad, leo y cotejo los cuatro últimos comentarios del autor Carlos Gay. No me atrapa el contenido de lo que dice, pero sí su modo de expresarse. De entrada, el título: Me cago en mis viejos. Una expresión que ,
ocasionalmente y en privado, puede tener sentido o ser bien vista, pero a diario y como titular en el periódico de mayor tirada… ?Se emplea , dice, el diccionario de María Moliner, en exclamaciones groseras , de enfado contra algo o alguien, o en blasfemia??.
La crisis ésta de los cojones, ?interjección ésta (en plural ), dice el mismo Moliner, de las más soeces??. Y en el reducido espacio de esos cuatro días, se puede leer hasta siete veces: un jardín delantero de mierda, un patio trasero de mierda, un escrito de mierda, me metieron en la mierda de la ESO, en la mierda del bachillerato, en la mierda de la selectividad…
Sin que falten otras expresiones: puto diario, estar jodido, acojonado, , hostias…
En el supuesto de que haya lectores que lean esto, ¿qué aporta o que se gana y pretende con su publicación?