Carreteras brasileñas. Destino: la muerte -- Frei Betto

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Adital

Las recientes tragedias de Angra dos Reis, São Luis de Paraitinga y la caída del puente sobre el río Jacuí, en Agudos, Rio Grande do Sul, no se comparan con la más horrible catástrofe brasileña, provocada por la incuria del poder público: las muertes en nuestra red viaria.
En el 2008, según el Ministerio de Salud, los accidente de trabajo costaron la vida a 36.666 personas, el equivalente a cien muertes al día.

En los últimos siete años las víctimas suman 247.722. En el mismo período murieron en la guerra de Iraq 62 mil personas, casi cuatro veces menos que el número de óbitos en las carreteras del Brasil.

Nuestro país es el campeón mundial en muertes de tráfico. Y en Brasil es en Minas Gerais donde suceden la mayoría de los accidentes fatales (3.723 muertos en el 2007, y 3.682 en el 2008, según datos del Ministerio de Salud).

El año pasado, durante el feriado de la Independencia, entre el 4 y el 7 de setiembre, se registraron 2.329 accidentes, con 97 muertos y 1.487 heridos. Durante el de Nuestra Señora Aparecida, del 9 al 12 de octubre. 2.217 accidentes, con 88 muertos y 1.389 heridos. Y en el de Difuntos, del 30 de octubre al 2 de noviembre, 1.901 accidentes, con 93 muertos y 1.170 heridos, según datos de la Policía de Tráfico Federal.

La Operación Fin de Año, de dicha Policía, contabilizó 455 muertos en las carreteras federales durante el paso del 2009 al 2010.

El DNIT (Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes) -la gallina de los huevos de oro de las empresas especializadas en construcción y mantenimiento de carreteras- responde por la calidad de nuestra red viaria. Conoce bien sus deficiencias, sin conseguir subsanarlas: falta de señalización, insuficiente control de la velocidad, asfaltado precario de la capa transitable, poca cobertura de radares y registros electrónicos.

Nuestras autopistas federales completan los 56 mil kms pavimentados. De los cuales 18 mil (32.1%) presentan fallas graves en cuanto a la señalización de las curvas peligrosas, límites de velocidad y prohibición de adelantar. Y campea la impunidad para los conductores infractores. ¿Conoce usted a alguien a quien se le haya retirado el permiso de conducir por transformar su vehículo en arma de guerra? ¿Sabe de alguien preso por causar accidentes graves? ¿Ya vio la aplicación de la «ley seca» en las carreteras?

El Brasil se enorgullece de vender tres millones de autos por año (en un país con grave deficiencia de transportes colectivos). ¿Cuántos permisos de conducir no se conceden en base a ?amiguismo?? Los vehículos son cada vez más potentes y menos resistentes. Cualquier choque parece convertirlos en hojas de papel. En manos de una muchachada irresponsable, fascinada con los héroes de la Fórmula 1, se transforman en armas letales.

Bares y restaurantes a la orilla de las carreteras continúan vendiendo bebidas alcohólicas sin la menor restricción. Y la fiscalización es precaria. ¿Conoce a algún conductor que haya sido detenido en las carreteras? Hace tiempo me equivoqué de trayecto en una autopista en obras. El policía se colocó altivo junto a la puerta y me dijo: «Ey, mi estimado, ¿vio la barbaridad que cometió ahí atrás? ¿me presta sus documentos?» Los examinó atentamente y añadió: «¿Y cómo va a quedar la infracción cometida?» Percibí a dónde quería llegar, a la bolsa. Respondí indignado: «Sólo tiene dos soluciones: o usted me multa o me deja marchar. Sobre la tercera, no me gustaría estar en su piel». El hombre se enderezó, saludó reglamentariamente y, atemorizado, me dejó ir: «Siga de frente, comandante».

El Brasil es el único país del mundo que premia la obligación. Y si no, mire este ejemplo: los 2.947 oficiales del DNIT ganan un extra para trabajar en beneficio de la colectividad. El privilegio, a costa del contribuyente, se llama Bono Especial de Desempeño Institucional (Besp) y fue propuesto nada menos que por Planalto y aprobado por la Cámara de Diputados el 28 de octubre del 2009.

Fue pagado una sola vez hasta junio de este año y consiste en US$ 10 mil para quienes ocupan cargos de nivel superior, US$ 4.500 para los de nivel medio, y US$ 1.500 para el nivel auxiliar. La repercusión en el presupuesto del 2010 está calculada en US$ 13 millones. El bono es un premio anticipado para acelerar las obras del PAC en este año electoral.

El ser humano es un bicho raro: se horroriza con la muerte cuando ésta llega al por mayor: las torres gemelas, la caída de un avión, los corrimientos de tierra en Angra?? Pero se muestra insensible si la Dama de la Guadaña actúa al por menor, segando vidas en número muy superior a los casos de las catástrofes naturales: tráfico, hambre, enfermedades curables, asesinatos (cerca de 40 mil por año en el Brasil).

Nuestras carreteras serán seguras cuando se castigue la connivencia entre el servicio público y las empresas privadas, y la preservación de la vida de los viajeros esté por sobre los intereses pecuniarios y electorales.

Hasta la próxima víctima??

[Autor de «El arte de sembrar estrellas», entre otros libros.
Copyright 2010 – Frei Betto – Se prohíbe la reproducción de este artículo por cualquier medio, electrónico o impreso, sin autorización. Contacto – MHPAL – Agência Literária (mhpal@terra.com.br)
Traducción de J.L.Burguet]

* Escritor y asesor de movimentos sociais