Cádiz: Empeora la salud de los dos despedidos de la empresa de limpieza Sufi Cointer, que suman 17 días sin comer -- A. M. V.

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La Voz digital

Tomás Calvo y Joaquín García tuvieron que ser ayer atendidos por los servicios de Urgencias del Puerta del Mar
Hoy se cumplen 17 días desde que Tomás Calvo y Joaquín García iniciaron una huelga de hambre para reclamar su reincorporación al servicio en el que llevan trabajando toda su vida, 23 y 32 años, respectivamente. Desde entonces se mantienen encerrados en los bajos del edificio de los Sindicatos, sostenidos solo por la ingesta de agua y algún refresco energético y, sobre todo, por el apoyo y la compañía de sus familiares y compañeros.

La situación es cada vez más dura para ellos. No solo van deteriorándose físicamente, sino que además ven como, por el momento, su drástica decisión no ha obtenido respuesta alguna por parte de la empresa. Aseguran que desde la dirección de Sufi-Cointer siguen sin ponerse en contacto con ellos, del mismo modo que tampoco han recibido comunicación alguna por parte de nadie del equipo de Gobierno del Ayuntamiento gaditano, que es el responsable de la contratación de su empresa.

Tomás y Joaquín se mantienen en sus trece, y ayer mismo aseguraban que «no hemos cambiado nuestra postura. Vamos a seguir con la huelga de hambre hasta que no se nos devuelvan nuestros puestos de trabajo, que nos han arrebatado de forma salvaje y sin justificación». Saben que el sufrimiento de sus familiares aumenta por día que pasa, pero tienen claro que «si nos sacan de aquí sin nuestro trabajo va a tener que ser con los pies por delante».

Está por ver si la decisión de la mayoría de la plantilla de no secundar el paro convocado en solidaridad con su causa les hace cambiar de opinión, una cuestión de la que afirmaban no saber nada ayer.
Mientras tanto, van viendo como las fuerzas se agotan. Tanto es así que en la tarde de ayer tuvieron que ser trasladados a Urgencias del Hospital Puerta del Mar para ser sometidos a un reconocimiento.

Consecuencias

Las consecuencias de su decisión de no comer pueden ser graves. El endocrino Luis Escobar explica que estos dos hombres corren un riesgo severo, especialmente si mantienen la huelga más allá de los 20 días. Algunas de las consecuencias principales de este tipo de práctica «sobre todo si solamente están bebiendo agua» son la disminución de la grasa, la pérdida de masa muscular y todos los síntomas derivados de la malnutrición, como la debilidad constante, el cansancio, la falta de fuerza. Todo esto se hace evidente también a nivel mental, puesto que, como explica el doctor Escobar, «hay una pérdida de glucosa cerebral, la nutrición neuronal disminuye y esto afecta al pensamiento».

Esto implica además que cualquier pequeña enfermedad, que en otras circunstancias tendría una sencilla curación, puede complicarse de forma preocupante, «porque el sistema inmunológico está disminuido», aunque todo depende, afirma, «del estado de salud en el que hayan comenzado con la huelga de hambre». Y todo esto llevado al extremo, lógicamente, puede tener como consecuencia la muerte.