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Los políticos actuales no tienen visión de lo que nos es común
Leo el estupendo artículo de Juan Torres “España hacia el caos sin remedio (como el resto del mundo)” y no me resisto a concentrarlo y hacerlo lo más accesible.
La crisis actual, con su carga enorme de inestabilidad y desorden, es consecuencia de la crisis de 1970. De ella fueron tomando fuerza los populismos, el deterioro ambiental y comercial, la mentira, el debilitamiento de la democracia y de las libertades, la desigualdad creciente y el desconcierto generalizado. Los propios capitalistas han reconocido que la tesis tradicional de que son las empresas las que tienen que atender a ser ellas los únicos beneficiarios, no vale. Hay que promover una economía que sirva a todos, pues el mayor crecimiento de las empresas a lo único que les ha llevado es a generar mayor desigualdad, desempleo, deterioro ambiental y pobreza.
O sea, que el éxito del sistema neolibeal está experimentando en estos momentos una crisis terminal, por haberse apropiado hasta la aberración del beneficio, monopolizado las decisiones y usurpado el poder y la información para su máxima ganancia. La desposesión y la exclusión han superado todo límite y ya no es capaz de mantener el orden social.
Todo el poder ha sido para el sistema, sin ningún mecanismo de contrapoder, llegando a que millones de personas, y naciones enteras, concluyeran: ya nada hay que perder , pues nada hay que ganar. En España, presa de esta misma crisis, nadie habla de ella. Es pregresivo su caminar hacia la inestabilidad y el desorden, sin que sean remediables con las piezas de antes.
Y apenas si aparecen otras que puedan hacerlo. Los dos patidos políticos PP y PSOE , hace tiempo que perdieron la capacidad de legitimar el sistema. La crisis no permitía por más tiempo la cohesión de nuestra democracia. Caminamos en un va y viene sin solución. Y estamos comprobando que los nuevos Partidos no han logrado esa cohesión; las fuerzas de la izquierda no han logrado unirse en un programa para impulsar transformaciones progresistas. Y, de haberlo logrado, la derecha hubiera creado un frente de oposición brutal con tal de hacerlas fracasar. Los Partidos Ciudadanos y Podemos se han mostrado inútiles o irrelevantes y nada invita a propiciar un acuerdo positivo del PP con el PSOE.
Los problemas reales seguirán sin ser abordados ni resueltos “porque somos incapaces de entender que tenemos algo en común, que se llama España, y que no puede ser solo de una parte de los españoles sino de todos”.