El viernes Burundi clamó ante la comunidad internacional y los países vecinos pidiendo ayuda en su lucha contra los rebeldes a los que se atribuye enfrentamientos sangrientos la pasada semana. Hacemos una llamada a la comunidad internacional y especialmente a los líderes implicados en la iniciativa internacional por la paz en Burundi ponerse a trabajar y tomar las medidas adecuadas?? dijo el Presidente Pierre Nkurunziza, que también felicitó a las fuerzas gubernamentales por su intervención en el conflicto.
El pasado jueves, según fuentes oficiales en Bujumbura, insurgentes del FLN lanzaron una ofensiva sobre la capital y cuatro provincias occidentales, que ha dejado al menos 38 muertos que incluyen dos civiles.
El mismo FLN pidió el jueves a la comunidad internacional que presionara al gobierno a acabar con los enfrentamientos.
?Queremos que comiencen negociaciones dignas de tal nombre, queremos que el gobierno nos garantice la inmunidad para que pueda comenzar la reunión del JVMM (Mecanismo de Supervisión y Verificación Conjunta) para un alto el fuego, dijo una fuente rebelde.??No hay otra opción??.
En respuesta, el gobierno recordó a los rebeldes que se les dio inmunidad en 2006 cuando ambas partes firmaron un acuerdo de alto el fuego que todavía tiene que entrar en vigor. Llamó al FLN a revertir los términos de ese acuerdo.
?El gobierno burundés sigue convencido de que poner en marcha este acuerdo es la única manera de que los burundeses tengan una paz duradera,?? dijo Nkurunziza.
Los rebeldes piden conversaciones sobre reparto del poder político y militar, mientras Bujumbura insiste en que no hay nada más de qué hablar.
El país centro-africano está aún apenas recuperándose de las secuelas de una guerra civil que comenzó en 1993 y se llevó 300 000 vidas.
AFP 252204 GMT 04 08