Los cuatro asesinatos de campesinos ocurridos en la Amazonia brasileña la semana pasada configuran un cuadro de «guerra» afirmó el obispo Pedro Casaldáliga, de la Pastoral de la Tierra.
«La muerte de José Claudio y Maida do Espírito Santo (la semana pasada) no fue un hecho aislado, es un episodio más de la guerra en el campo, es fruto de la impunidad y la corrupción sobre todo en Pará que es campeón de violencia y deforestación» afirmó el religioso.
La presidenta Dilma Rousseff ordenó el envío de tropas y creó un grupo de tareas para investigar los asesinatos en la Amazonia presuntamente por sicarios financiador por traficantes de maderas y hacendados.
«La violencia está ligada al Brasil hegemónico, que está al servicio del agronegocio que es depredador» aseguró Casaldáliga, obispo emérito de Sao Félix de Araguaia, en el este de la región amazónica.