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La Asociación Nacional Yahuarcocha , de presbíteros casados del Ecuador, nos unimos a la solicitud de la CONAIE, Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, que en este día entregan un pedido a la Asamblea Nacional para la amnistía o indulto de 197 presos, de las comunidades de Saraguro, Pastaza, Nankints, Sarayacu, que han sido criminalizados por el hecho de luchar por sus derechos de defensa de sus territorios ancestrales en el oriente ecuatoriano.
Solicitamos a los Asambleístas y la comisión que se formara para la solución de estos casos que se tenga en cuenta que se trata de líderes y miembros de las comunidades indígenas que han actuado en defensa propia, por defender los bienes de las comunidades y los territorios que han sido invadidos para entregar a las empresas transnacionales del petróleo y de la minería.
Son hijos de la selva, de la naturaleza, que desde tiempos milenarios cuidan el medio ambiente, los recursos naturales, la riqueza de las plantas medicinales, tienen una cultura propia y una espiritualidad basada en la relación directa con la madre tierra y la divina naturaleza.
De igual manera se trata de padres de familia que han dejado abandonados a sus mujeres y a sus hijos. Hogares que reclaman la presencia de sus padres para el trabajo y la debida protección. Justamente por este motivo, los familiares de los presos se encuentran en la ciudad de Quito para hacer este justo reclamo.
Confiamos en la sensibilidad humana del presidente Lenin Moreno que en sus discursos ha señalado que el estilo de gobierno será de dialogo, de brazos abiertos y manos extendidas, para atender todos los problemas que se presenten. De igual manera se cumplan las expresiones del presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano y los asambleístas de estar dispuestos al dialogo y al servicio de las comunidades campesinas y urbanas de la nación.
Quienes expresamos la solidaridad, nos esforzamos en cumplir el mandato de Jesús que nos enseña el amor a nuestros hermanos, de manera especial de aquellos que en estos momentos sufren la cárcel, el desprecio, el maltrato y ante todo repercute el sufrimiento en sus familias.
Reforzamos nuestra solicitud con la invitación de nuestro Pastor, el papa Francisco, que en este momento nos hace un llamado a la misericordia para con aquellos que la necesitan. De igual manera con el apoyo de las instituciones internacionales de derechos humanos que interceden efectivamente en estos casos.
En la espera que esta solicitud sea atendida, damos las debidas gracias
Atte.
Quito 31 de mayo 2017