Bancos de alimentos, de la caridad a la manipulación y el lucro -- 15M Ronda

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

La Federación Española de Bancos de Alimen-tos (FESBAL), convocó entre los días 29 y 30 de Noviembre del pasado año 2013, una gran recogida de alimentos en toda España. Su urgente objetivo es luchar contra el hambre y el despilfarro mediante el trabajo de voluntariado y entidades colaboradoras entre las que encontramos bancos, grandes super-mercados, medios de comunicación o empre-sas de seguros privados.
¿Quién está detrás del Banco de Alimentos? ¿Qué intereses puede haber en esta labor caritativa? ¿Qué lleva a bancos, grandes centros de distribución de alimentos, com-pañías de seguros, transnacionales y medios de comunicación a unirse en el apoyo de esta urgente iniciativa?

En las cúpulas de las grandes empresas financieras y de distribución que colaboran con este Banco de Alimentos, abundan miembros del Opus Dei, secta franquista, adscrita al Movimiento Nazional, ultraortodo-xa, violenta, reaccionaria, virulenta, organiza la caridad mediante una táctica populista tradicional que le proporciona influencia y dinero «como en los buenos tiempos».
Un interesante negocio se esconde detrás de
la relación de estas empresas de distribución con el Banco de Alimentos. ¿Qué consiguen las grandes empresas de distribución, que controlan el 70% del mercado de alimentos, con la donación?
? Que no se produzca una caída de precios debido a que los alimentos no entran directa-mente en el mercado.
? Mejora su imagen corporativa.
? No tienen costes en la destrucción de esos excedentes.
? No tienen costes en la distribución pues lo hace un ejército de voluntarios.
? Las donaciones, de cualquier tipo, desgra-
van un 35% en el Impuesto de Sociedades (con la Ley de Mecenazgo del PP será el 100%).
? A la gente pobre se le acostumbra a la beneficencia, como si fuera ley divina, que haya ricos y pobres.
? Los Bancos de Alimentos minan aún más las ventas del pequeño comercio en los barrios con más miseria.

? Por un lado regalan excedentes y por otro destruyen a los tenderos con las marcas blancas que son fruto de la sobreexplotación en origen y la que aplican a su propio personal trabajador.
Estas empresas saben que los stocks donados evitan la caída de precios y el gasto de destruirlos y aprovechan la ley que permite la desgravación del 35% de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades.

Detrás de la palabra donación se esconde la mercantilista palabra «compra de alimen-tos». Los alimentos «donados» en realidad son adquiridos por la ciudadanía solidaria en estas grandes superficies donde son estraté-gicamente ubicados los puntos de recogida del Banco de Alimentos. Se produce así un incremento de sus cifras de negocio y bene-ficios.
En los Think Tanks (especie de comité de personas expertas) donde el gran capital diseña sus negocios enmascarados como iniciativas solidarias que ocupan un lugar destacado. En tiempos de crisis las iniciativas como la del Banco de Alimentos, cumplen con una doble función social.

Por una parte, sirven de antídoto contra la movilización, tranquilizando las conciencias de personas solidarias donantes e indignadas con la injusticia social. Estas acciones que apelan directamente a la necesidad y tocan el fondo del corazón, ni se cuestionan ni se plantean dar respuesta a las injustas causas que generan el hambre. No cuestionan desigualdades sociales, la beneficencia siem-pre fue una respuesta solidaria vertical (de arriba a abajo).

Por otra parte, se recupera la vieja estrategia de reforzar las estructuras benéficas genera-doras de dependencia, con ánimo de mitigar
la posible respuesta social de aquellas perso-nas en situación de necesidad extrema y que ya no tienen mucho que perder.

Por cierto, algunas de estas entidades son las causantes del hambre que padecen muchas familias en España y, para dejar sus conciencias tranquilas, en vísperas de navi-dad, organizan una gran campaña de la caridad en todo el país, cuando lo que necesitamos la ciudadanía es ¡JUSTICIA Y NO CARIDAD!
El Opus Dei es una de las peores lacras fraguadas al calor del franquismo y que han asolado ya no solo la sociedad derrotada de España, sino que se ha ramificado por multi-tud de naciones generando miseria y sufrimi-ento allí donde se instala.
Es imposible escapar del negocio generado por estas empresas y su siniestro sistema: nos echan de nuestras casas, nos quitan el empleo y tenemos que tragarnos su alimento para que no disminuyan sus beneficios.

Una alternativa de carácter horizontal, participativa y solidaria, a todo esto, es La Red de Solidaridad Popular, que en su carta de principios dice así: «Las personas que integramos la Red de Solidaridad Popular nos mueve la necesidad de organizar la solidaridad como forma de resistencia frente a la barbarie neoliberal que se nos está imponiendo y la motivación por poner en práctica alternativas al sistema económico y político dominante. Las iniciativas solidarias impulsadas por la Red de Solidaridad Popular en ningún momento revestirán carácter benéfico, ni asistencialista, ni caritativo, serán puestas en marcha conjunta-mente con las personas afectadas por las consecuencias de la crisis (estafa), partiendo de sus propias demandas y necesidades e implicándolas activamente en su diseño, gestión y organización».
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EN POCAS PALABRAS ¿EN MANOS DE QUI?NES ESTAMOS?
15-M RONDA http://www.facebook.com/15MRonda FEBRERO 2014 Nº 11