Un sector rebelde de la iglesia católica apostólica romana austríaca se rebeló contra el Vaticano y exige que las mujeres puedan dar misa. La iniciativa fue comunicada por Helmut Schueller, representante del grupo integrado por unos 250 curas que lleva años luchando ?aun sin éxito- por la admisión de mujeres y hombres casados al sacerdocio.
A principios de mes, el grupo publicó un manifiesto sobre esta movida y sus miembros permitieron predicar a hombres laicos y profesoras de religión, pero el desafío a la reglas de la Santa Sede no terminó ahí. Además, administraron la comunión a divorciados. «Creo que podemos crear confianza en la Iglesia haciendo visibles estas prácticas», consideró Schueller.
Una encuesta realizada hace un año muestra que el 80% de los sacerdotes austríacos está a favor de abolir la prohibición del matrimonio para los curas, y un 51% defiende además que las mujeres puedan ejercer el sacramento de la misa. Las voces en contra no tardaron en alzarse desde los sectores más conservadores. Para el presidente de la Conferencia Episcopal austríaca, el obispo Egon Kapellari, esta iniciativa supone sin embargo un «llamamiento a la desobediencia», además de una «amenaza a la unidad de la iglesia global».
UyPress