Otras veces les he compartido algo sobre nuestras celebraciones… con el corazón conmovido por las celebraciones de este fin de semana, quiero compartirles algo más, de lo que siento y pienso de lo que estamos viviendo.
Muchos o todos de los que participamos de las celebraciones de Santa Cruz sentimos que cada celebración es única y están llenas de vida… y no estoy hablando solo de las eucaristías, también hablo de los bautismos, de los casamientos… Hay algo que nos
sucede y hacemos que suceda.
El sábado pasado, entró una mujer de unos 30 años por primera vez a Santa Cruz y me dijo que en su vida había entrado a muy pocas Iglesias. La trajo su novio, que es de la comunidad. Hacía un rato habíamos celebrado un casamiento y ya venía el próximo. Me
expresó que estaba muy emocionada… me dijo: me he quedado sin palabras… bueno, le dije: sigo haciendo algunas cosas y si encuentras algunas palabras me decís… al rato vuelvo y me dijo: “Igualdad y mucha vida”… “La disposición de los asientos… la mesa en el medio… todo dispuesto para el encuentro”
Nosotros sabemos que todo habla… no solo las palabras… existe un lenguaje verbal y no-verbal… ella algo interpretó. Había quedado muy impresionada con el cuadro de la resurrección de Perez Esquivel y la Memoria de las Madres y los mártires…
Ella pudo captar el espíritu de lo que buscamos intencionadamente en santa cruz.
El objetivo que sigue animando a los Pasionistas de todo el mundo, se los recuerdo:
”Nosotros los pasionistas, solidarios con los crucificados de hoy, nos abrimos a la fuerza de la cruz, para afrontar proféticamente la injusticia y anunciar de un modo creíble al Dios de la vida”
Algo de esto ella había captado.
Yo estoy feliz con este salto que hemos dado… de poner la MESA en el centro del templo… Estoy convencido que Jesús está muy contento… Jesús hizo todo lo
posible para que nos encontremos, que las diferencias y las dificultades no nos separen sino que sean una posibilidad para encontrarnos más hondamente.
La fraternidad hay que amasarla…entre encuentros y desencuentros, entre dolores y alegrías… y en cada celebración tenemos la oportunidad de amasar un pan nuevo que nos alimente a todos.
En cada celebración traemos la vida… cada uno con lo que viene y le damos la bienvenida si hay alguien nuevo que se acerca.
Cuando la prepara un AREA, las COMUNIDADES o algunos equipos, se perciben las huellas de muchos que brindan mucho amor para que podamos vivir y sentir lo que nos quieren ayudar a celebrar.
Por ejemplo, las celebraciones de las CEBS del domingo 26 de octubre pasado… una fiesta. O la celebración del área joven… llenando nuestros globos de nuestra
fuerza vital… todos jugando…haciendo lo posible para que no caigan nuestras fuerzas por el piso. O cada una de las celebraciones de las comuniones… cada una con su originalidad y su calidez.
O las celebraciones de este domingo 9 de noviembre que hicimos un bautismo y vivimos todos la unción de los enfermos. Al finalizar la misa de 11 hs. el abuelo
de Rocío (la chiquita que bautizamos) que es Maestro Budista, me dijo que estaba conmovido y profundamente agradecido por todo lo vivido. Quedamos en seguir
charlando.
Es nuestra práctica ir a la puerta a saludar a la gente…son muchos los que agradecen de corazón cada eucaristía… se percibe en la mirada y en sus palabras sentidas.
Hay algo creíble que estamos pudiendo vivir y transmitir.
Por supuesto que hay otros que no aceptan esta manera de celebrar… y es muy probable que busquen celebrar su fe en otro lugar. Es bueno que así lo hagan..
Yo creo que somos una comunidad que seguimos cayendo aquello que la Iglesia dice en su teología más clásica: Cada bautizado está llamado a ser:”Sacerdote, Profeta y Rey”… es decir: Cada uno esta llamado a ser mediador del amor de Dios (sacerdote), cada uno
esta convocado a pronunciar su propia palabra…entre otros palabras, anunciando y denunciando (profetas) y llamados a ser soberanos (reyes) de nuestra propia libertad.
Algo de esto estamos viviendo y eso se percibe… se siente en el aire…
Por eso cantamos lo que cantamos…
Por eso nos nutrimos de la Palabra de Dios, pero sabemos que el Espíritu sigue actuando en la historia, y por eso muchas veces nuestras primeras lecturas son relatos de cosas que nos pasan HOY.
Por eso son importantes los gestos… porque nos comunicamos con todo el cuerpo.
Por eso hacemos el ejercicio de ir al encuentro de otros, aunque al principio nos cueste… pero vale la pena y la dicha encontrarnos con el hermano.
Por eso son importantes los silencios… para que el corazón pueda ir cayendo en la cuenta del paso de Dios y de los hermanos…El Espíritu necesita que ejercitemos
la escucha…
De a poco seguimos amasando esta fraternidad que vamos siendo…discípulos y discípulas de Jesús en un pie de igualdad en torno a su mesa.
Para que podamos multiplicar otras mesas en otros lugares… para que podamos compartir con otros esto que vivimos entre nosotros.
Ya no nos miramos solamente las nucas… ahora miramos el rostro de muchos hermanos y hermanas que están al frente o al costado nuestro…
Claro que queda mucho por andar… y seguiremos cuidando este espacio de VIDA que son nuestras celebraciones.
Estoy muy agradecido a Dios por todo lo que va sucediendo… se percibe la PRESENCIA del Espíritu que nos anima y alienta a seguir dando pasos.
Me resuenan con más fuerzas las palabras de Angelelli dichas hace 30 años atrás. Las hago mías: “Me siento feliz de vivir en la época en que vivo, de cambios
acelerados, universales y profundos… porque se nos ha dado la oportunidad de crear algo nuevo”
Nosotros sabemos que lo que estamos viviendo es algo muy antiguo… como era en los inicios del cristianismo y al mismo tiempo tiene su novedad.
Me siento totalmente interpretado en estos versos de Julian Zini cuando dice: ”Buscamos ser una comunidad ensayo de tu Reino de Justicia, Iglesia comunión buena
noticia en nuestra empobrecida realidad.
Buscamos Señor una hermandad que abrace la tristeza y la locura, con la misericordia y la locura que vemos en tu amada trinidad…”
Te ruego Jesús que nos des un corazón con Memoria (con raíces profundas en nuestra historia) y al mismo tiempo con capacidad de asombro abiertos a la vida y a novedad de estos tiempos.
Querido lector…“Hay que seguir andando, nomás”
Va un abrazo, Carlos cp
(Revista Santa Cruz . Noviembre 2.008)