El libro escrito por cinco sacerdotes que dejaron de ejercer como tales no se comercializa en tres negocios que le alquilan terrenos a una congregación religiosa de las monjas dominicas, que les impone la censura por “decoro”.
El escándalo es quedarnos callados”, es una de las frases que se quedan grabadas como un eslogan luego de la lectura de Cinco Curas. Confesiones silenciadas, un libro escrito por cinco hombres que dedicaron buena parte de sus vidas a ser sacerdotes.
Pero otro escándalo sobrevendría a la publicación del libro cuya primera edición se realizó en julio. Y es que en Córdoba, en tres de las más grandes librerías (El Mundo del Libro, Maidana libros y Mundo lectura), se prohibió su venta.
A raíz de esto, los autores Nicolás Alessio, Lucio Olmos, Horacio Fábregas, Elvio Alberione y Adrián Vitale, hicieron una presentación ante el INADI por lo que fueron citados a declarar un vicario del arzobispado como también la superiora de la orden de religiosas dominicas, monjas de clausura locadoras de los lugares, donde funcionan las tres librerías censuradas. La delegada local del INADI, Adriana Domínguez, dijo a Tiempo Argentino que la resolución y expedición de este informe se hará público el jueves 1. A raíz del escándalo, los 3000 ejemplares de la primera edición se vendieron y la segunda edición lleva vendidos más de 5000.
“Lo que extraña es que esta situación se prolonga en el tiempo y que los libreros dicen que ni en la época de la dictadura tuvieron que sacar un libro de la vidriera. No pueden vender materiales que ‘atenten contra las buenas costumbres ni contra la Iglesia católica, ni pornografía’, esta es una cláusula para ellos, que son los inquilinos, puedan ejercer su libertad comercial en el Pasaje Santa Catalina, del centro cordobés. Los libreros firmaron eso en el contrato de alquiler. Y nos llamaron para avisar que lamentablemente iban a tener que retirar el libro de la venta”, dijo la editora del libro Daniela Reverte, de la editorial Raíz de Dos.
El vicario Dante Simón, del Arzobispado de Córdoba, dijo que la Iglesia no tuvo participación en la decisión de las monjas de no vender el libro. Deslindó de esta forma la responsabilidad y el costo político a las monjas. El máximo representante del Arzobispado, monseñor Carlos Ñáñez se vio envuelto en 2010 en la polémica de haber dejado expuesto a juicio canónigo a uno de los autores del libro –Nicolás Alessio, que era el párroco de un barrio popular– por haberse expresado a favor del matrimonio igualitario. Y este es uno de los temas que cruzan el libro.
Esa última charla con el arzobispo cordobés. Los otros autores cuentan sus desencuentros con las autoridades del Arzobispado, sus visiones críticas sobre el celibato, las manifestaciones homosexuales en los seminarios o la militancia política durante la última dictadura militar, entre otros temas.
El abogado de la congregación de las dominicas, Guillermo del Boca, confirmó al diario La Voz del Interior que la madre superiora, sor Sandra, tomó la decisión de hacer respetar una cláusula de los contratos de alquiler con las librerías.
“Esta cláusula dice que las cuatro librerías que funcionan en propiedades del monasterio pueden vender y exhibir siempre que respeten los lineamientos de la institución. La orden quiere que los inquilinos mantengan cierto decoro. Por ejemplo, no pueden vender pornografía.”
Del Boca dijo que fue una “simple comunicación que les reiteró que el libro atenta contra el espíritu de la congregación”.