Enviado a la página web de Redes Cristianas
En los próximos días podemos esperar una gran intensificación de los combates en Aleppo, tal como indicábamos anteriormente. Quizá la prueba más evidente de la intensificación de estos próximos combates es la movilización de la campaña mediática en contra de Rusia y del Ejército Sirio que podemos observar en nuestros medios de comunicación.
Conviene conocer mejor quiénes son los combatientes en esta batalla. Hay que destacar que el ISIS no tiene operativos en esta zona. El archi-enemigo de Occidente, el grupo terrorista que asesina a civiles en París y en Bruselas, pasa a un segundo plano en esta contienda; pese a que mantienen el control de una buena parte del territorio sirio, es poco probable que sean mencionados por la prensa en las próximas semanas.
En Aleppo solamente hay dos bandos: por un lado el ejército sirio, apoyado por Rusia, Hezbolá y otros agentes, y por otro el yihadismo radical, en realidad un ejército mercenario financiado por países extranjeros, al que nuestros medios de comunicación han bautizado como ‘rebeldes moderados’.
Hasta hace unas semanas, aún podía mantenerse la hipótesis de que en Aleppo existían una miríada de grupos yihadistas con diferentes nombres: Ahrar al-Sham, Fatah al-Islam, etc. Tras la ruptura de la tregua se ha podido comprobar que, en efecto, existen diferentes facciones del yihadismo radical con diferentes apoyos extranjeros, pero que sin embargo funcionan en la práctica como una unidad, como un sólo ejército, en el que cualquier actuación autónoma de cualquiera de ellos sería vista como una traición, y convenientemente castigada.
El grupo mayoritario es el Frente Al-Nusra, una escisión de Al Qaeda, que ha vuelto a rebautizarse con el nombre de Jabhat Fateh al-Sham, y que posiblemente represente el 80% de los yihadistas radicales.
Estos yihadistas están actualmente cercados en Aleppo, de forma que no pueden recibir nuevas remesas de armamento, ni otro tipo de apoyo, pero cuentan con buenos apoyos logísticos desde el exterior, y un número de combatientes superior al del ejército sirio.
Es interesante escuchar la versión de las propias personas que viven en Siria sobre estos grupos combatientes, a los que Occidente llama ‘rebeldes moderados’, para hacernos una idea realista (aunque opuesta a la que difunden nuestras televisiones) sobre ellos.
La Iglesia siria, tanto la católica como la ortodoxa, no ha cejado desde el principio de la guerra de denunciar a estos falsos opositores, en realidad mercenarios extranjeros. En internet pueden encontrarse decenas de testimonios de sacerdotes, monjas y obispos hablando sobre ello con mucha claridad, aunque desgraciadamente en otros idiomas como el inglés, el francés o el árabe.
En esta ocasión podemos aportar el testimonio del Arzobispo de Hasaka, Jacques Behnan Hindo, denunciando su rabia ante las políticas occidentales en torno a Siria.
Es más necesaria que nunca la difusión de estos testimonios, que no se encuentran fácilmente en nuestro entorno comunicativo.
TRADUCCI?N:
– Siempre hay miedo. Siempre hay ansiedad. Nosotros vivimos con las mismas ansiedades y estamos buscando la salvación. Desafortunadamente la Segunda Conferencia de Ginebra no ha alcanzado ningún objetivo todavía. Y todavía más desafortunadamente todavía, los Estados Unidos, Francia e Inglaterra no hacen nada más que añadir veneno a las cosas, apoyando a esas facciones de la oposición, más de la mitad de las cuales ha venido de fuera de Siria.
Y cuando vienen de fuera de Siria ellos no quieren lo que es bueno para los sirios, sino que les masacran. Y entonces ellos quieren declararse un Estado islámico. Y nosotros como cristianos no podemos aceptar eso.
Yo no soy un masoquista, no acepto ser azotado. Y no puedo aceptar a esa gente, pura y simplemente. Y entonces cuando le oigo hablar a Kerry y Fabius, esa gente que habla de un falso sentimiento humanitario, me pregunto a mí mismo que es lo que están haciendo.
– ¿Usted piensa que a pesar de todo es posible una solución política para el futuro de Siria?
– Eso es siempre posible. Sin embargo la primera cosa que debe ocurrir es que esos terroristas se vayan. Es una condición esencial. Y cuando ellos se vayan, nosotros los sirios llegaremos a un acuerdo.
Nosotros hemos tenemos varias ciudades donde el ejército entró porque los residentes lo necesitaban. Y expulsaron a los extranjeros que estaban en la ciudad. Ahora ellos viven con mucha mayor tranquilidad.
En nuestra región es la misma cosa, en todas las ciudades y los pueblos del norte.
Sí, hay gente que se oponen al Estado. Yo mismo no estoy muy a favor del gobierno. Sin embargo cuando comparo lo que me espera con esa gente con lo que yo tengo hoy en día, me digo a mí mismo que lo estamos haciendo bastante bien.
Y no me gustaría poner a Fabius en mi lugar cuando toda esa gente viene y ocupa el país.
Yo no quiero ver a Kerry, a Fabius y a los otros. Pero ellos no esperamos que entiendan lo que ellos no han visto nunca aquí.
Eso es porque están fastidiando, están fastidiando a todo el pueblo sirio, perdone mi expresión.
Yo he escrito una carta a Obama, le dije que ese nombre, Obama, viene de la palabra Baraka, bendición. Sin embargo, cuando él envía todos esos ejércitos es para declarar la guerra. Eso es una maldición. Y en un entre una maldición y una bendición hay mucha diferencia.
– Parece que usted está enfadado (asiente), y se comprende. ¿Está usted todavía con esperanza?
– Sí, yo soy muy optimista, incluso físicamente. Y siempre tengo la esperanza de Cristo. Yo siempre creo que incluso Cristo en la cruz tuvo la luz de la resurrección detrás de él. Por lo tanto ella vendrá. El tormento y el miedo se puede extender por un instante, pero en algún momento se irá, y nosotros viviremos. Yo tengo mucha esperanza.
Es por eso que yo digo a la gente que no emigre. Porque nosotros podemos convertir nuestra región, nuestro país, en otra Suiza. Es absolutamente posible que esto suceda. Aquí hay inteligencia, dinero, tierra, todo.
Por tanto no está todo perdido, en el sentido de vivir una vida mucho mejor que esta, a partir de 2 o 5 años desde ahora.