Es impresionante la actualidad que cobran hoy en algunos ámbitos de mi país ensayos de Unamuno escritos hace un siglo. Después de ver en internet algunos titulares de “religión adjetivada”, abro al azar el breviario de antología unamuniana. Me tropiezo con unas palabras del pensador polémico, que reacciona contra quienes ensalzan la fe ciega, se niegan a examinar su credo y asumen a la letra cualquier afirmación etiquetada de “magisterio”, como si estuviera prohibido pensar.
“No son en España católicos ni aun muchos de los que creen serlo y oyen misa todos los domingos… porque los tales vuelven la espalda a la mirada de la Esfinge y no quieren pensar en el que dicen ser su credo… En medicina puede curarme la ciencia de mi médico, aunque yo no sepa ni hacia donde me cae el hígado; pero en religión no puede salvarme la fe de mi confesor. En la vida del espíritu , solo mi verdad me salva, y mi verdad no es la verdad que desconozco, aunque sea ésta la verdad de los demás (Ensayos, ed. Aguilar, 1964, I, 811).
“Se ha hecho ya proverbial el odium theologicum, y es sabido cómo las disputas religiosas se señalan por la acritud y la virulencia. Son muchos los que creen que es buen camino para llegar al cielo romperle a un hereje la cabeza de un cristazo, esgrimiendo a guisa de maza un crucifijo.”.
“En la fe misma en el infierno, ¿no veis algo de demoníaco? Deséanlo muchos para el prójimo, y recuerdo aquel apóstrofe del profesor que, combatiendo a los materialistas, exclamaba encendido en demoníaco celo: ¡Almas de carbono, así arderéis mejor en los infiernos! Y es, por otra parte, que temen que la gloria sea chica para albergarnos a todos, y que cuantos más allí entremos a menos de ella nos ha de tocar a cada uno. Se les amargaría la dicha si la compartiera con ellos uno de esos herejazos a quienes en vida combatieron a sangre y fuego y a cristazos”.
Si hubiera existido internet en tiempos de Unamuno… Hoy la web proporciona otros métodos de dar el mazazo al hereje, pero la cultura de la inquisición agresiva y envidiosa no ha cambiado en Celtiberia. Aún queda por hacer esa “transición inacabada” del garrotazo troglodítico al debate civilizado.