Los miembros del Foro de Curas de Madrid con pesar e indignación alzamos de nuevo nuestra voz contra lo que consideramos, no sólo una injusticia, sino un despropósito de nuestros obispos en relación con el teólogo Andrés Torres Queiruga. Actuaciones como ésta tiran por tierra la reputación de la Iglesia católica, dañan a sus miembros y alejan de ella a los que consideran el ejercicio de la razón como elemento integrante de la dignidad humana , y creen que la adaptación del lenguaje es fundamental para transmitir la verdad del Evangelio en cada época histórica
En nuestro trabajo pastoral, sus publicaciones han ayudado a muchos de nosotros a comprender y presentar mejor el mensaje a las personas que forman parte de nuestras comunidades, y nos han facilitado el diálogo con los no cristianos. Creemos que su significativo esfuerzo de reinterpretación de las formulaciones recibidas, siempre contextualmente situadas, no tiene otra pretensión, como no se cansa él mismo de manifestar con insistencia, que inscribirse en el campo del legítimo pluralismo teológico, con el propósito explícitamente confesado de mantener una rigurosa fidelidad a la confesión de la fe cristiana.
Nos resulta difícil comprender que en pleno siglo XXI se pueda descalificar el pensamiento de alguien, sin haber dialogado previamente en profundidad con su autor sobre las cuestiones que se estime que deben ser aclaradas, como requiere la seriedad de estos temas. Por lo que sabemos, ese diálogo no ha tenido lugar en este caso; lo cual supone un verdadero atentado al más elemental sentido democrático, incompatible con el espíritu evangélico y que compromete la autoridad de los propios obispos.
Recordamos en la Semana Santa cómo las autoridades religiosas judías de su tiempo promovieron en nombre de Dios, y obtuvieron del procurador romano Poncio Pilato, la injusta ejecución de Jesús, rico en obras y palabras, sin tener en cuenta la advertencia de Nicodemo : “¿ Permite acaso nuestra Ley juzgar a alguien, sin antes escucharlo y averiguar lo que ha hecho?” (Jn. 7 / 51)
Nos tememos que nuestras autoridades católicas de hoy, al actuar de esta manera, estén descalificando también injustamente, “para salvaguardar aspectos esenciales de la doctrina y evitar la confusión en el Pueblo de Dios”, a alguien como Andrés Torres Queiruga, hombre bueno, investigador profundo, preocupado por buscar sinceramente la verdad y comunicar sus hallazgos a los hombres de nuestro tiempo.
FORO CURAS DE MADRID . Abril-2012