En las vísperas de la Asamblea General sobre la Migración internacional y el Desarrollo, que se celebrará el 14 y 15 próximos, en la Sede de las Naciones Unidas, Nueva York, informe del Fondo Población de las Naciones Unidas señala que existen casi 95 millones de mujeres migran desde América Latina y el Caribe, Ásia y África y que muchas enfrentan situaciones difíciles de trabajo.
El informe El Estado de la Población Mundial, titulado Hacia la esperanza: Las mujeres y la migración internacional aborda los riesgos ofrecidos a la mujeres. Actualmente, entre los mayores negocios ilícitos, la trata de seres humanos ocupa el tercer lugar, después del tráfico de drogas y el contrabando de armas. Pero a diferencia de estos dos últimos, las víctimas de trata siguen siendo una fuente continua de «ingresos», a explotar reiteradamente hasta que estén demasiado enfermas o demasiado extenuadas para poder continuar. Muchas víctimas mueren a raíz de su servidumbre, o bien como resultado directo de la violencia o bien por haber contraído alguna de las numerosas enfermedades a las que están expuestas, inclusive el VIH.
El servicio domestico también está entre los principales motivos que impulsan la migración internacional femenina. El informe llama atención para las formas con que son tratadas las mujeres en estas condiciones. En su mayoría, ellas no son protegidas por leyes laborales, tampoco pueden organizarse en entidades o asociaciones.
«Por esta razón, millones de ellas dependen de sus empleadores para mantener la legalidad de su presencia en el país de destino, así como para tener alojamiento, alimentos y remuneración. El aislamiento de las labores domesticas, sumado al descuido oficial y a la carencia de normativas legales para proteger a las trabajadoras domésticas, puede relegar a las mismas a una situación de virtual esclavitud», señala.
La Asamblea General sobre la Migración Internacional es la primera reunión de ese tipo, en que se congregan los gobiernos del mundo para debatir los múltiples problemas y beneficios de la migración. El momento no podría ser más crítico, así como no podrían ser más complejas y acuciantes las cuestiones analizadas en el informe. Por eso, el documento pide a los lideres mundiales que ejecuten formas de protección de los derechos humanos de estas mujeres.
Una de las cuestiones es que si bien bien las mujeres migrantes aportan miles de millones de dólares en efectivo y en servicios, los encargados de formular políticas siguen haciendo caso omiso a sus contribuciones y su vulnerabilidad. «Este informe exhorta a los gobiernos y a la población en general a reconocer y valorar las contribuciones de las mujeres migrantes y a promover y respetar sus derechos humanos», dice Thoraya Ahmed Obaid, Directora Ejecutiva del UNFPA.