Enviado a la página web de Redes Cristianas
Brasil. El 35º Congreso Internacional de la Sociedad
de Teología y Ciencias de la Religión ? SOTER, que
se celebra en la Pontificia Universidad Católica de Mi-
nas Gerais, del 11 al 14 de julio, con el tema «La Ama-
zonía y el Futuro de la Humanidad: Pueblos Origina-
rios, Cuidado Integral y Cuestiones Ecosociales», con-
tó con la reflexión del cardenal Leonardo Ulrich Stei-
ner, arzobispo de Manaos, con el tema: «Amazonía:
Evangelízate a ti misma»
Una reflexión que no puede ignorar el territorio y el
bioma, pero también la actitud que está o debería estar
presente en la Iglesia de la Amazonía, tal como infor-
ma ADN CELAM:
No ignorar el territorio y el bioma
«La Iglesia está en la Amazonía, no como aquellos
que tienen las maletas en la mano para irse después
de haber explorado todo lo que podían. La Iglesia ha
estado presente en la Amazonía desde el principio con
misioneros, congregaciones religiosas, sacerdotes, lai-
cos y obispos, y sigue estando presente allí y siendo
un factor determinante en el futuro de esa región.
Pienso en la acogida que la Iglesia en la Amazonía
ofrece hoy a los inmigrantes haitianos después del te-
rrible terremoto que devastó su país», recordando las
palabras del Papa Francisco a los obispos brasileños
durante la Jornada Mundial de la Juventud en Río de
Janeiro (2013).
Una oportunidad en la que el Papa reclamó el «rostro
amazónico» de la Iglesia que se encuentra en la Ama-
zonía, con sacerdotes adaptados a la realidad, valien-
tes, con parresía. Una Iglesia misionera, que asuma la
misión encomendada por Jesús, subrayó el cardenal,
«una Iglesia que evangelice y una Iglesia que se deje
evangelizar». Y para ello propuso unos documentos
para ser «una Iglesia abierta, responsable, servidora, samaritana, a la escucha; una Iglesia atenta a toda la reali-
dad donde se encuentra».
¿Quién tiene la misión de evangelizar?
Analizó el concepto de evangelización, destacando la
importancia de la Exhortación postsinodal Evangelii
Nuntiandi, de Pablo VI, que presenta la evangelización
como «llevar la Buena Nueva a todas las partes de la
humanidad», y se pregunta «¿quién tiene la misión de
evangelizar?«, respondiendo que es el Pueblo de Dios,
dado que «existe un vínculo íntimo entre la Iglesia, la
comunidad y la evangelización».
El cardenal mostró una doble orientación en la Iglesia
que es enviada a evangelizar: «evangelizar no es un
acto individual y aislado, sino profundamente eclesial»,
y junto a ello, «si cada uno evangeliza en nombre de la
Iglesia, ningún evangelizador es dueño de su acción
evangelizadora». Una evangelización que, intuye, «tie-
ne la dinámica de salir y recibir».
Según el arzobispo de Manaos, el encuentro de Santa-
rém tiene un papel fundamental en la Iglesia de la
Amazonía, como momento decisivo en el camino hacia
una Iglesia que se evangeliza a sí misma.
Es una oportunidad para que la Iglesia de la Amazonía
haga su propio camino después del Concilio Ecuméni-
co Vaticano II y de la Conferencia de Medellín. En
1972, los obispos de la Amazonía brasileña se reunie-
ron para reflexionar y debatir, lo que se recogió en el
«Documento de Santarém», que según el cardenal,
«dio impulso y vida a la acción evangelizadora en la
Amazonía», insistiendo en que «Santarém estableció
una Iglesia encarnada y liberadora».
Importancia decisiva de Santarém
Se estableció un camino que «proporcionó frutos de
encarnación y profecía en la evangelización entre los
pueblos de la Amazonía», destacando «la audacia pro-
fética recogida en el Documento de Santarém«, inspi-
rando a la Iglesia de la Amazonía «en su modo de ser
y actuar», con «Comunidades de Base donde los lai-
cos fueron asumiendo un papel protagónico».
Reflexiones que considera el germen del Sínodo para
la Amazonía, y que dieron paso a sucesivos encuen-
tros donde «nació el deseo de un encuentro entre las
Iglesias de la Pan-Amazonía», proceso que desembo-
có en el Sínodo para la Amazonía, donde se percibe
«el deseo de la Iglesia que está en la Amazonía de
asumir la misión de evangelizar desde el terreno don-
de se encuentra».
Cincuenta años después de Santarém, la Iglesia de la
Amazonía se reunió en el mismo lugar, asumiendo las
directrices de Querida Amazonía, pero también una
Iglesia que evangeliza a partir de la encarnación en la
realidad y de la liberación de la realidad, una Iglesia
que para evangelizarse «tiene la grandeza de la incul-
turación y de la interculturalidad«, insistió el cardenal
Steiner, una Iglesia que «tiene la marca de la evange-
lización integral y liberadora», que es servidora.
Hermenéutica de la totalidad
El arzobispo analizó «Querida Amazonía» a partir de la
hermenéutica de la totalidad, insistiendo desde el con-
cepto del rostro amazónico en «rasgos que puedan
hacer visible la Iglesia que está en la Amazonía», bus-
cando no imponer sino despertar a la fe, a la vida del
Evangelio. Una Iglesia que tiene la encarnación de la
«expresión de las culturas, religiosidades, la relación
con el medio ambiente y la eliminación de las exclu-
siones».
Desde ahí ve en la «hermenéutica de la totalidad la
posibilidad de una Iglesia evangelizadora», definiendo
los cuatro sueños de la exhortación postsinodal como
«cuatro dimensiones de la realidad amazónica, esen-
ciales para una Iglesia fecunda, misericordiosa, conso-
ladora, inculturada, transformadora, liberadora, ilumi-
nadora de toda la Amazonía o Amazonía en su totali-
dad. Los sueños presentados ayudan a realizar la vida
y el ser de la Iglesia en la Amazonía».
El cardenal Steiner propuso algunos signos para res-
ponder al tema de la conferencia: «Amazonía: Evange-
lízate a ti misma».
El primero es una Iglesia misionera y discipular sino-
dal, con la actividad misionera como fundamento; una
Iglesia servidora, profética y defensora de la vida; una
Iglesia del cuidado de la Creación, siempre atenta al
grito de la obra creada, del cuidado de la Casa Común;
una Iglesia sinodal, con la participación de los bautiza-
dos, de las expresiones de Iglesia; una Iglesia de la
escucha, del diálogo, de una realidad que en la Ama-
zonía es multirreligiosa, multicultural y multiétnica;
Iglesia de los mártires, expresión de fidelidad a la mi-
sión recibida y a la verdad del Evangelio vivida con ra-
dicalidad.
Estar juntos en el camino
El cardenal llamó a estar juntos en el camino, conside-
rando a la Conferencia Eclesial de la Amazonía
(CEAMA), como un elemento para que la Iglesia de la
región avance en esta Evangelización propia. Por eso
insistió en la necesidad de elaborar «Orientaciones
Pastorales con rostro amazónico, teniendo como hori-
zontes la encarnación y la liberación, la comunión y la
participación».
Insistió en la necesidad de mucha escucha en el ca-
mino hacia una Iglesia con rostro amazónico, viendo la
búsqueda del rito amazónico, como un elemento que
«debe ayudar a hacer visible el modo de ser amazóni-
co», llamando a ir más allá de un rito
litúrgico, buscando «hacer visibles las diferentes mani-
festaciones culturales».
Finalmente, el cardenal Steiner destacó que «la Iglesia
que se encarna en la Amazonía se está generando en
la multiformidad, en la riqueza de dones y en la diver-
sidad cultural».
Una Iglesia que se evangeliza a sí misma, «en la fuer-
za de los laicos, de los ministerios, de las mujeres, de
los indígenas, de los misioneros y misioneras; con una
hermenéutica de totalidad, con un rostro samaritano,
misionero», destacando que «es el futuro de la Ama-
zonía y de la humanidad, en la búsqueda de la proxi-
midad con los pueblos originarios, en el cuidado inte-
gral y ecosocial».
(vaticannews.va) 13/07/202