1.- Hay amores que matan. Muchos independentistas han dado buen ejemplo de eso. Pretendiendo amar a Catalunya se han amado en realidad a sí mismos o a su idea particular de Catalunya; pero no a la Catalunya real. Si se me permite decirlo de manera brutal pero bien gráfica, hemos visto a unos gobernantes no simplemente engañando (eso lo hacen por desgracia todos los políticos), sino masturbando a su pueblo. Y se merecen que el pueblo, como la Amaya de Mocedades, les vuelva a cantar aquello de “tu beso sabe a culpabilidad”. ··· Ver noticia ···