Comunidades Cristianas Populares
En estos momentos extremadamente duros, en los que todos estamos colaborando en la medida de nuestras fuerzas, para ayudar a los haitianos, conviene que pensemos a largo plazo en las necesidades y exigencias que se nos presentan. Queremos poner aquí algunas ideas para nuestra reflexión y las de todas las ONGs que están colaborando.
1º. Hace exactamente doscientos años, los esclavos haitianos derrocaron a sus amos franceses, la primera revolución esclavista nacional con éxito en la historia. Para ganarse el reconocimiento internacional, el nuevo país, Haití, se vio obligado a pagar ?reparaciones?? a los dueños de los esclavos, una aplastante carga de deuda que todavía estaba pagando a finales del siglo XIX. Estados Unidos, que se negó a reconocer al país durante más de sesenta años, invadió Haití en 1915, fundamentalmente para abrirlo a ?la propiedad extranjera de los asuntos locales??. Después de diecinueve años de ocupación, los estadounidenses respaldaron una serie de sangrientas dictaduras para proteger a esos ?propietarios extranjeros??.
2º. Cuando Jean- Bernard Aristide consiguió el poder en unas elecciones libres, intentó elevar el salario mínimo a dos dólares al día. Esto desató la indignación de las corporaciones estadounidenses ?y de sus lacayos locales- que durante generaciones habían utilizado Haití como mano de obra barata consiguiendo beneficios por las nubes El Presidente Bush financió la oposición política al Presidente Jean-Bertrand Aristide enviando armas de contrabando a los señores de la guerra haitianos exiliados y estrangulando al país de forma inmisericorde, cortando la ayuda estructural y financiera largamente prometida a una de las naciones más pobres de la tierra haciendo que los precios de los alimentos se dispararan, el desempleo subiera al 70% y el desbaratado gobierno perdiera el control de la sociedad ante las bandas armadas de criminales, de fanáticos y de meros desesperados.
Mientras tanto, Haití se vio obligada a pagar dos millones de dólares al mes de las deudas acumuladas por las sangrientas dictaduras (apoyadas por EEUU) que habían gobernado la isla desde que el ejército estadounidense la ocupó de 1915 a 1934.Finalmente, Aristide fue expulsado mediante un golpe militar.
3º, Los sucesos que precedieron al abandono del cargo y del país de Aristide, dieron lugar a una intervención de fuerzas de las Naciones Unidas como «misión de Paz», y el compromiso de asistencia de ayuda internacional. Transcurridos varios años, los buenos propósitos han demostrado ser insuficientes. La estructura estatal se mantiene bajo mínimos gracias a las aportaciones del exterior. La corrupción corroe los mecanismos de ayuda, mientras una elite privilegiada y absolutamente minoritaria controla económicamente el país. El 4 % de su población controla el 64% de su riqueza.
Organismos y comisiones internacionales se reúnen periódicamente, pero los resultados no se corresponden con tanta deliberación ni espacio mediático. La propia fuerza militar de la ONU ha sido reiteradamente acusada de diversos delitos, incluyendo desvío de dinero en beneficio propio, represión indiscriminada o violaciones de mujeres y niños. Tras la llegada de los «auxilios» de la fuerza internacional, el desempleo y la miseria siguen aumentando, al igual que la deuda externa del país. Los escasos y últimos servicios públicos se han privatizado y restringido a quienes económicamente pueden acceder a ellos.
Empresas extranjeras, en especial canadienses, norteamericanas, francesas o brasileñas, explotan los recursos naturales. Decenios de políticas neoliberales destruyeron la capacidad productiva nacional. En 1970 Haití producía prácticamente el 90% de su demanda alimentaria, y actualmente, importa casi el 55 %. En las últimas décadas, se estima que más de dos millones de haitianos se radicaron en el exterior, huyendo de la miseria y de la falta de futuro. El número total es impreciso, pero solamente en Estados Unidos se calcula que viven allí un millón y medio de haitianos. Otro número importante vive y hace los trabajos más duros en la Rep. Dominicana. El envío de remesas de dinero a su país
( unos 700 millones de dólares ) es la principal entrada de divisas y es la vía de subsistencia de millares de familias.
4º. Haití tiene la renta per cápita más baja de todo el hemisferio occidental, es decir, que puede considerarse el país más pobre de toda América. Los indicadores sociales y económicos colocan a Haití en puestos descendentes detrás de otros países en vías en desarrollo de bajos ingresos (particularmente en el hemisferio) desde los años 80. Haití está en la posición 150 de 177 países en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU.
Aproximadamente un 70% de la población vive en la pobreza extrema. Cerca del 70%de los haitianos depende de la agricultura, que consiste principalmente de agricultura de subsistencia a pequeña escala y emplea cerca de las dos terceras partes de la población económicamente activa. El país ha tenido muy pocos puestos nuevos de trabajo desde que el Presidente René Préval tomó posesión en febrero de 2006, aunque la economía informal está en crecimiento. El fracaso en el intento de lograr acuerdos con patrocinadores internacionales ha impedido que Haití obtenga asistencia para un presupuesto y programas de desarrollo.
Tres cuartas partes del territorio haitiano esta constituido por suelo montañosos y las llanuras están formadas por tierras deforestadas y actualmente estériles. La causa principal del empobrecimiento del territorio es la explotación forestal excesiva por una población que cada vez aumenta su demanda de leña y madera, lo que ha provocado la erosión del suelo y una tremenda escasez de agua potable, la falta de una intervención seria de la comunidad internacional, de los gobiernos y los sectores de poder del mismo país.
5º. Las organizaciones humanitarias, los defensores de los derechos humanos, las personas de buena voluntad del mundo entero tenemos que conseguir que la reconstrucción del País se base en estos tres puntos: *-Abolición de toda la deuda externa, que ya está pagada. *- Reconstrucción de todos los servicios públicos, principalmente sanidad y educación. *-Establecimiento de una economía sostenible que no busque el beneficio de las multinacionales y la Banca, sino atender a las necesidades de la gente.
6º. No podemos consentir que la reconstrucción y la ayuda internacional quede en manos del Banco Mundial y los marines norteamericanos.
7º.Podéis dirigir vuestras aportaciones a Asociación Comité Monseñor Romero. CC: 2038-1003-20-3007936923. Lo haremos llegar a los damnificados a través de la Coordinadora del Comité Romero del Caribe.
Comité Oscar Romero Madrid.