Cuenta Julio Algañaraz en Clarin que vuelven a caldearse las polémicas en Europa con el Vaticano y el mundo católico italiano por el uso de los preservativos en Africa en la prevención del contagio del sida. Ante las protestas que movilizan a las fuerzas católicas en defensa de Benedicto XVI a su regreso de la gira africana, Francia y Alemania ratificaron ayer su oposición a las afirmaciones del Papa contra el uso de profilácticos para combatir el contagio masivo de sida.
A alimentar las polémicas llegó en la primera página del diario «La Repubblica» un sondeo en el que el 52,3% de los italianos «desaprueban totalmente» las declaraciones de Benedicto XVI contra la distribución de preservativos para combatir el sida. El 21,2% de los entrevistados se declararon ser «bastante contrarios» a la medida. Solamente el 19,6% aprueba las declaraciones del Papa; el 4,6% se proclama «totalmente de acuerdo» y el 15% dice estar «bastante de acuerdo».
Durante el vuelo que lo llevó a Camerún y Angola, el pontífice dijo que el uso de los preservativos «no es la solución y no resuelve el problema» de la pandemia que ha contagiado a 27 millones de africanos (de los cuales 6500 mueren por día), sino que «se corre el riesgo de agravarlo».
Francia, Alemania y otros países europeos, junto con las Naciones Unidas y la Unión Europea contestaron duramente la posición del pontífice. Ayer, un portavoz de la cancillería francesa, Eric Chevallier, dijo «nunca hemos dicho que el preservativo es la única solución del problema».
«Hay otros ?agregó el funcionario del gobierno-, como la asistencia médica y social, los test para determinar la presencia del virus y el apoyo psicológico. Pero el preservativo es una parte de estos elementos de respuesta. Todos los discursos en dirección opuesta, hechos además por una persona (ndr: el Papa) que tiene una enorme influencia, van contra los intereses de la salud pública».
También Alemania ratificó su línea de conducta sobre el uso de los condones en la lucha contra el sida. «Nuestra posición sigue sin cambios», dijo un vocero del Ministerio de Salud del gobierno de Berlín. «Afirmamos que es necesario usar los preservativos para prevenir el contagio».
El miércoles pasado, la ministra de Salud Ulla Schmidt, y la de Desarrollo, Heiodemarie Wieczorek-Zeul, difundieron una declaración común que destacó el «papel decisivo» de los preservativos en la lucha contra el sida. Cualquier otro medio alternativo «sería irresponsable», afirmó. La Iglesia defiende la abstinencia, la castidad y la fidelidad conyugal como medios apropiados.
El clima se fue enrareciendo en estos días por la movilización del Vaticano y el mundo católico italiano en defensa de los dichos del pontífice. Italia se ha convertido en Europa en el bastión del catolicismo tradicionalista defendido por el Vaticano, con el apoyo del gobierno conservador del primer ministro Silvio Berlusconi, quién justificó hace dos días las definiciones del Papa.
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, cardenal Angelo Bagnasco, dijo ayer que los obispos italianos no aceptan que en los órganos de difusión y otros lugares «el Papa sea ofendido u objeto de burlas».
El diario vaticano «L’Osservatore Romano» y el semanario «Familia Cristiana», el más difundido del país, que se distribuye en todas las parroquias italianas y es de talante progresista, han salido con todo a defender a Benedicto XVI.
«Familia Cristiana» sostiene que detrás de los ataques están «las multinacionales del preservativo». El semanario católico afirma que invertir solo en los preservativos ?medida que en realidad nadie propone-, «condena a muerte» a los africanos que ya están enfermos de sida.
«Es una solución mínima que esconde los intereses de las industrias, gobiernos y grandes ONG», las Organizaciones No Gubernamentales que actúan en territorio africano. Según «Familia Cristiana», «le va bien esta solución a quién ha disminuido a la mitad la ayuda al desarrollo y niega dignidad a los pueblos de Africa».
El tema del uso o no de los preservativos ha derivado además en acusaciones de la Iglesia contra las empresas multinacionales y el mismo Occidente. Ayer, en diálogo con la radio Vaticana, de la cual es director, el portavoz del Papa, padre Federico Lombardi, dijo que «tengo la impresión de que en Occidente es difícil comprender la aproximación con la cual la Iglesia mira al desarrollo y al progreso de los pueblos».