Según he podido saber hasta la fecha del 29 de septiembre, el Vicario ha intentado dar la cara ante el pueblo de Albuñol y este se ha negado a reunirse con él. Según el Vicario, solo él puede reunirse con el pueblo y no el arzobispo porque este está de viaje.
No comparto esta última acción de los vecinos. Pero hay que resaltar que no hay motivo para seguir privando de sus misas al pueblo de Albuñol. No sé si el arzobispo ha regresado ya o cuando piensa hacerlo. Desde luego su énfasis por no dar la cara y rehuir a los vecinos sigue dejando que desear.
También he sabido que los vecinos tienen programada una manifestación el día 9 en Granada, ignoro si frente al arzobispado o en donde. Monseñor Martínez parece lejos de pacificar la situación, y más que hacer algo sensato en todo este tiempo ha preferido echar más leña al fuego con sus castigos y su indiferencia, por no hablar de ponerse de vacaciones cuando llega un mal momento para hacerlo.
