Albuñol no se rinde y se encierra en su iglesia para suplicar que vuelva Gabriel
Exigen «asqueados» una explicación del cambio de destino de su párroco Varios vecinos comienzan hoy una huelga de hambre en señal de protesta
Más que desesperados dicen estar «asqueados». Los días pasan, su anhelado párroco no regresa y los vecinos se encuentran desamparados. Albuñol se siente como rebaño sin pastor y presiente que algunos se han comportado «como Judas». En vez de rendirse y de achicarse, los albuñolenses han vuelto a la lucha y como los permisos para protestar en la calle -como han venido haciendo todos estos días- se habían agotado, ayer se encerraron en su iglesia para demostrar que Gabriel no se les borra de la cabeza.
Unos trescientos vecinos de Albuñol se concentraron ayer tarde en su parroquia en protesta por el traslado de Gabriel Castillo, mientras el vicario -sustituto del querido sacerdote- oficiaba una misa en la que cada vez que los fieles se ponían en pie (siguiendo los ritos de la celebración), elevaban sus pancartas que piden la vuelta del cura.
Los vecinos de esta localidad granadina se quejan, sobre todo de no haber recibido ninguna explicación por parte del Arzobispado sobre el traslado de su párroco. Algunos están tan descontentos con la situación que arrancan hoy una huelga de hambre como rechazo a la marcha de Gabriel.
«Hemos hablado con la secretaria de Chamizo, el Defensor del Pueblo y conocía este caso. Sin embargo, en el Arzobispado, dicen que no tienen ni idea de lo que les hablamos», expresó Custodia Manzano, portavoz de la comisión de apoyo al sacerdote. La marcha de Gabriel Castillo, el joven párroco de 27 años tan apreciado por los vecinos de Albuñol -donde ha estado destinado dos años- por su implicación en problemas sociales de la localidad, como la inmigración, provocó las protestas de estos, que, en lugar de disuadir al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, hicieron que éste adelantara la fecha de su traslado, apuntan.
Según los vecinos, que cuentan con una plataforma desde la que se han organizando distintos actos de protesta desde mediados del pasado mes de julio y han creado una página web (www.gabrielsequeda.com), la marcha del joven párroco tiene su origen «en rencillas con unas monjas de la localidad, cuya madre superiora está en desacuerdo con los métodos de Gabriel». «Nuestro Dios no mira lo material, quiere a los pobres y a todos, como nuestro párroco y eso no gusta a algunas personas de este pueblo», apuntó Manzano.
Tras el vicario
Tras la misa de ayer tarde, los vecinos siguieron al vicario a la vez que gritaban frases en protesta por el traslado del sacerdote, tras lo cual, alrededor de un centenar, se encerraran en la iglesia, donde pasaron la noche con sacos de dormir.
En declaraciones a Efe, Javier Noguer, portavoz de la plataforma aseguró que el Arzobispado de Granada «nos ha ignorado». Dice que este es un trato muy diferente al recibido por parte del Arzobispado de Sevilla, al que los vecinos han remitido una carta que fue contestada «muy amablemente» en nombre de monseñor Carlos Amigo, en la que lamentaba no poder intervenir por ser un asunto ajeno a su competencia.
También se han puesto en contacto con la Oficina del Defensor del Pueblo, que aunque les ha advertido de que no es mediador de asuntos religiosos, les ha animado a mandarles su denuncia.