La EFETA (Escuela Feminista de Teología de Andalucía), que quiere ser una entidad docente de nivel universitario, ante las declaraciones publicadas en Actualidad Terra, Diario de Málaga y El Correo de Andalucía, los días 17 y 18 de septiembre de 2006, quiere precisar: 1. dichas declaraciones han sido extraídas de su contexto y su sentido tergiversado. 2. el equipo de EFETA es plural; cada miembro tiene sus propias opiniones y no todas unánimemente compartidas. Lamentamos que la Escuela sea tratada periodísticamente en términos que no corresponden a su naturaleza: naturaleza docente y nivel universitario, según quedó demostrado en las jornadas de clases presenciales que tuvieron lugar en Sevilla, en la sede de la UNIA (Universidad Internacional de Andalucía) los días 10-11 de junio pasado. Lamentamos, también, el intento reiterado de ciertos medios de enfrentar a la Escuela, cuando lo único que pretendemos como institución es facilitar a muchas mujeres el estudio de la teología, de difícil acceso para la mayoría. Para mayor y explícita información sobre la escuela puede consultarse www.efeta.org
El articulo al que hace referencia:
Una asociación busca la lectura feminista del Evangelio
EFE / SEVILLA
La Escuela Feminista de Teología de Andalucía (EFETA) promueve una lectura «feminista» y actualizada del Evangelio, desde el convencimiento de que el «magisterio oficial de la Iglesia es ya intragable» y precisa de una «revisión».
EFETA ha surgido, según dijo una de las integrantes de su comité científico, Mercedes López, como una «respuesta histórica a una demanda histórica» de las mujeres de estudiar Teología desde una óptica, además, crítica y feminista, ya que «la exclusión histórica de las mujeres ha hecho que el Evangelio no se entienda hoy». «Hay que pasarlo por las entrañas de la mujer», insistió López, que consideró que a los católicos practicantes, como son la práctica totalidad de las integrantes de EFETA, les «cuesta entender» la misma fórmula de la liturgia, que en su opinión debe «ser mucho más actualizada y acorde con los tiempos» actuales.
Aunque no tienen el apoyo de la jerarquía eclesiástica, con la que tampoco existe confrontación, las 23 docentes y colaboradoras de la Escuela son católicas practicantes, incluso cuatro de ellas son monjas, y como tales «se sienten parte de la Iglesia», ya que «dentro de la Iglesia hay libertad para los hijos e hijas de Dios y lo propio de adultos es crear pensamiento».