Los participantes del Foro Social Fronterizo, realizado el día 15 de octubre, en Ciudad Juárez (México) reafirman en su declaración final su voluntad de acabar con las fronteras. En primer lugar ellos llaman la atención de la opinión publica sobre toda una serie de agravios, de atropellos y de amenazas.
Denuncian el feminicidio y la violencia cotidiana contra la mujer en toda la región de la frontera mexicana con Estados Unidos, como una manifestación de la cultura sexista y explotadora de las personas propiciada por el modelo de industrialización, crecimiento urbano salvaje y depredación que se ha impuesto a la frontera. Además denuncian la construcción y extensión del Muro de la Muerte o de la Vergüenza por parte del gobierno belicista y autoritario de George W. Bush.
«Denunciamos el clasismo y el racismo presente en la reacción tardía, tímida, limitada y mezquina de las autoridades de México y de los Estados Unidos al no atender debidamente a las familias y personas damnificadas por el Huracán Katrina en la zona de Nueva Orleáns, Luisiana, y por las lluvias del verano pasado en Ciudad Juárez, Chihuahua», declaran
Además denuncian la acción de las empresas trasnacionales de los agronegocios, de los gobiernos que los apoyan y de las organizaciones multilaterales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de los tratados de libre comercio que pretenden acabar con la soberanía alimentaria de las naciones y de los pueblos. La militarización de la frontera Estados Unidos/México es considerada un hecho autoritario, racista que criminaliza a los migrantes, los lleva a la muerte, provoca divisiones y violencia entre las comunidades.
En la declaración, se señala las múltiples formas de explotación a que son sometidos miles de trabajadores en ambos lados de la frontera, por parte de las empresas, de las autoridades y de los sindicatos antidemocráticos que no defienden sus derechos. «Denunciamos la destrucción de la naturaleza, la desertificación, el agotamiento de los mantos acuíferos, de los bosques, de los suelos, de la biodiversidad por la acción del sistema capitalista patriarcal y depredador».
La Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) y el Plan Puebla Panamá son destacados por los participantes del Foro Fronterizo como los más recientes mecanismos para consolidar el proyecto neoliberal en Norteamérica.
Las propuestas y compromisos inmediatos que asumieron como Asamblea de los Movimientos Sociales representados en el primer Foro Social Fronterizo y que comprometieron a llevar adelante para construir otro mundo posible sin fronteras son: incluir el tema de mujeres como tema transversal en todos y cada uno de los temas de la lucha global; apoyar la campana en contra de la trasnacional Kimberley Clark por ser su socio Sensenbrenner el impulsor de la terrible ley antiinmigrante; implementar las medidas necesarias para garantizar a las mujeres de todas las edades vivir una vida libre de violencia; y asumir la propuesta de las mujeres para proclamar el agua como un derecho humano;
Además se comprometieron a: luchar por impulsar en materia legislativa los observatorios ciudadanos como un mecanismo de vigilancia en la impartición de justicia y por todos los mecanismos ciudadanos de participación en la toma de decisiones; rechazar la militarización de la frontera, la guerra de baja intensidad, la acción de los caza migrantes, las deportaciones, las redadas y los centros de detención de migrantes, así como la alta tecnología para la vigilancia en la frontera; impulsar leyes que reconozcan plenos derechos para todos los migrantes, servicios sociales, amnistía, y una reforma migratoria integral; organizar una gran movilización y un paro
nacional en apoyo de los derechos de migrantes el 1° de mayo; y luchar para difundir el caso y exigir la liberación inmediata de los cinco cubanos presos injustamente en diversas prisiones en los Estados Unidos.
La declaración final del Foro también se compromete a apoyar el esfuerzo de las y los jóvenes del Foro Social Fronterizo para darse sus propias formas de expresión; organizar una Semana Internacional de Acción del 09 al 12 de noviembre, que incluya acciones de solidaridad con los pueblos mexicano y palestino, así como actividades educacionales sobre las luchas comunes; y trabajar para que la sociedad civil asuma la lucha por la soberanía alimentaria, entre otros puntos.