Carta a S. O. S. Familia -- Benjamín Forcano, Sacerdote y teólogo

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D. Francisco J. González, Coordinador
S.O.S. Familia
Pza. Reyes Magos, 2-1º B
28007 ? Madrid
Estimado Señor:
Casualmente, ha caído en mis manos una copia de de la carta que S.O.S. Familia, con su firma y fecha 28 de septiembre de 2007, dirige a muchas Familias.

Su lectura me lleva irremediablemente a concluir que Vd. no ha leído la Ley y el Real Decreto que se ocupan de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. Yo acabo de publicar el librito que le adjunto, con la convicción de que la casi totalidad de los ciudadanos no ha leído esa Ley. Y nunca se puede juzgar de un asunto sin antes estar informado. Lo que Vd. escribe en esa carta, desde el principio hasta el final, me confirma que Vd. no es un no lector de esa ley , sino un desconocedor de la misma. Un ignorante, sin duda de buena fe, pero manipulado de arriba abajo. De haberla leído, su sensatez e inteligencia no le habrían permitido decir las barbaridades que dice.

Le hablo con parsimonia y sin importarme ahora si Vd. o yo somos de tal o cual partido. La verdad está por encima de todo. No he encontrado hasta el momento, entre los muchos a los que he preguntado y con los que he hablado, uno solo que haya leído la Ley. Por eso, lo primero que hay que lograr es que la gente lea Ley y la conozca en sus términos propios. Todo lo demás, sin este requisito, será vano por no responder a lo que dice la Ley. Como botón de muestra elijo este párrafo de su carta: ?Imagine las peores aberraciones?? no son nada en comparación con los absurdos que serán enseñados por esta materia y que algunos políticos quieren imponer obligatoriamente en los colegios, contra la voluntad de la mayoría de los padres??, toda una prueba de falsedad.

Si Vd. lee la Ley y se para a analizarla , seguramente sentirá vergüenza o asombro al comprobar hasta qué extremo ha llegado y hasta dónde le han llevado la pasión y posición de una política predeterminada. Lea y recuente todo lo que escribe y propóngase señalar el texto, párrafo o línea donde colocar uno solo de las aberraciones que Vd. menciona. ¡Uno solo! Le habló del texto mismo de la Ley (que puede encontrar en el Boletín del Estado) y no de libros o comentarios que se hayan hecho sobre ella. Hay puntos y cuestiones, que Vd. cita, que ni siquiera se nombran en la Ley. De otros muchos, hace una lectura subjetiva, sin ningún fundamento en el texto.

La apreciación y conclusiones que Vd. va sacando: ?El Estado pasa por encima de los padres, en materia de educación, y quiere imponer como obligatoria una asignatura enteramente política, amoral y laicista, que la gran mayoría de los españoles no quiere?? ? ?Imponen a los niños el aprendizaje de una nueva religión de Estado , obligatoria, amoral y política??, etc, etc., son afirmaciones gratuitas que no responde en nada a lo que dice la Ley y son de exclusiva responsabilidad suya.

La manipulación, en este caso obvia e interesada, se combate y evita con lectura, estudio, juicio y criterio propios, aventando todos los fantasmas y miedos que ciertos políticos pretenden meternos en el cuerpo, y con ello obligarnos a pensar y a actuar sin conocimiento y libertad.

Lo que a Vd. le sobra de buena fe, entusiasmo y ahínco por combatir tantas aberraciones, le falta de lectura, ponderación, discernimientos y decisión personales.¡Qué pena que su generosa e indomable voluntad esté informada por conceptos o ideas que hoy no resisten análisis y postulados elementales. Estamos en el siglo XXI y de la Edad Media hasta aquí hemos avanzado mucho.

Es lo que me apena y lo que debiera hacerle reflexionar: Vd. se dirige a miles de familias, para persuadirles con convicciones que no se basan en razones y análisis serenos y esto le hace contraer gran responsabilidad. Yo, por ejemplo, le expongo una opinión que, por lo menos, puede ponerse en valor a la par de la suya. Ni la suya ni la mía son materia de fe, sino de opinión libre. ¿Por qué no contribuimos a abrir un debate sereno? Esta carta, de conocerla sus lectores, podría servir para ello.

Los ?otros?? ciudadanos también tienen sentido del bien, son racionales, buscan la verdad y llevan dentro una honradez, que Dios -creador y padre de todos- (según profesamos los creyentes católicos) ha depositado en sus corazones.
Probablemente no coinciden con Vd. en el modo de entender y resolver muchas cuestiones, pero, no lo dude, no será con el insulto, la mentira o la amenaza, como avanzaremos en el respeto, entendimiento y colaboración que a todos nos interesa.

Es tiempo de hablar, dialogar, entenderse y sumar enteros para una convivencia justa y pacífica y no, – pese a la torpeza de no pocos políticos- de gritar, desentender del otro, descalificar y consolidar la división y el enfrentamiento. Es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia. Y nunca, una sola idea debe prevalecer o imponerse con la fuerza.
Con respeto y cordialidad
Benjamín Forcano