A PESAR DE LOS ENCUENTROS SUCESIVOS: EL KIVU A BORDE DE UNA TERCERA GUERRA

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Umoya

Los soldados insurgentes fieles al General renegado Nkundabaware han anunciado el jueves día 30 de agosto, que observarían una tregua unilateral después de los violentos enfrentamientos en el seno de la brigada mezclada Charly, el lunes 27, martes 28 y jueves 30 de agosto, entre las FARDC y los hombres de Nkunda.

Según el ?general?? Bwambale Kakolele, encargado de las operaciones del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), el movimiento político-militar de Nkunda, esta tregua estaría condicionada a la satisfacción de sus reivindicaciones y se rompería en el caso de que llegaran refuerzos para el Ejército. ?Ahora observamos una tregua porque estamos al corriente de la llegada de tropas gubernamentales procedentes de Bunia y que otras está viniendo de Kisangani??, explicó.

Para Bwambale, si esos refuerzos se enviaran al frente, Nkunda implicaría a sus tropas ?de una vez para siempre??, sin que haya dado otras explicaciones. Eso se interpreta como una declaración de guerra pues añadió que lucharían ?hasta que los acuerdos concluidos con John Numbi en Kigali se respeten por el Gobierno??. ?Lo único que preocupa actualmente a nuestro movimiento es garantizar la seguridad de las comunidades ruandófonas que están amenazadas de exacciones (??) por el Ejército gubernamental??, acusó.

El Gobierno ha reaccionado espontáneamente frente al último desarrollo de la situación en el Este, mediante la salida, el 30 de agosto, del Ministro de Defensa, Tshikez Diemu. Este había expuesto el pesar de las FARDC por la inutilidad de pérdidas humanas, cuando el ?Consejo Superior de la Defensa celebrado el 25 de agosto de 2007?? acababa de dar el consentimiento del Gobierno a un enfoque pacífico, en el plano político y diplomático, para una solución pactada y común con los países de la región de los Grandes Lagos así como con los socios internacionales??.

En una conferencia de prensa, Tshikez Diemu anunció el envío de refuerzos militares a Masisi. Para el Ministro, estos incidentes han sido provocados por los insurgentes del general degradado Laurent Nkunda que, varias veces ?han atacado las posiciones de las FARDC??. ?La paciencia tiene sus límites??, indicó antes de añadir que la RDC no continuaría sufriendo la ley de hombres sin fe.

Durante su intervención, Tshikez Diemu mencionó las matanzas de Kisangani (1998-2003), de las que sería culpable el general Nkunda así como de los crímenes perpetrados por sus hombres en 2004 en Bukavu, que le valieron un mandato internacional de arresto. Tshikez Diemu declaró que, tarde o temprano, el general degradado respondería de sus actos.

Respecto al proceso de integración del Ejército, el Ministro invitó a los hombres involucrados en el programa a unirse a la estructura de integración de su competencia, manera de contestar a Nkunda, que reivindicaba que siguiera el proceso de mezcla hasta que acabara, tal como querían los Acuerdos de Kigali, que el Ministro calificó como proceso intermedio, que no había tenido éxito.

Semana loca.

Los jefes militares de la subregión de los Grandes Lagos no habían redactado aún su comunicado final, cuando Nkundabatware volvía a realizar un golpe de mano contra las autoridades de las fuerzas leales de la RDC. Los observadores dedujeron enseguida el final de la tregua, al haber insinuado que estas reuniones tenían como objetivo engañar a las FARDC. Se han señalado combates el jueves 30 de agosto, al alba, en el sector de Katale, a 65 Km, al sudoeste de Goma, cerca de Masisi centro, en el territorio del mismo nombre, entre beligerantes hasta ahora no identificados y que utilizan, según los testigos, armas pesadas y ligeras. La gente de esta parte herida del Kivu, han tomado el sendero hacia las montañas vecinas, que juzgan seguras.

No hay aún un balance disponible; oficialmente se indica que hay 9 muertos entre los soldados de las FARDC. Desde el martes día 28 a la aurora, los fieles al general degradado atacaron a los militares de las FARDC de la brigada integrada Charly, de la que eran miembros gracias al proceso de integración, en el eje Rubaya-Bihambwe, en el territorio de Masisi, cerca de Goma. Laurent Nkunda ha calificado lo ocurrido como ?mala gestión de las unidades integradas, un problema de mando a nivel de la 8ª Región??. ?La Brigada de Masisi, al mando del Coronel Yav quiso ocupar la posición de las unidades aún no integradas de Mushaki??lo quisieron hacer sin que sepa si recibieron la orden de la 8ª Región o de no sé dónde??Las unidades aún no integradas resistieron a este ataque de Mushaki?? explicó el 30 de agosto en Radio Francia Internacional (RFI)

Fuentes militares de la RDC indican que los hombres que Nkunda llama ?no integrados aún?? no son otros que desertores de la Brigada Charly, convertidos en incontrolados. Falta por saber si esa deserción no formaba parte de un plan tramado en la sombra para evitar la medida jerárquica de no continuar el acoso a los FDLR, sino por los hombres integrados del Ejército.

Para Nkunda hay que llevar el proceso de integración hasta el final y tendrá que desembocar en la integración definitiva de sus hombres en el Ejército, según los acuerdos de Kigali, firmados en diciembre de 2006 con las autoridades militares. ?No hay respuesta del Gobierno, por lo que es difícil gestionar estos incidentes. Cuando estamos en el mismo territorio con dos mandos distintos entre las unidades integradas y las aún no integradas, comprendan que puede haber un lío y esto, de todas maneras, debe terminar??, se justificó.

El proceso de integración se decidió en enero, después de los frecuentes enfrentamientos entre las FARDC y las tropas de Nkunda, en el Kivu Norte, con el fin de integrar a los hombres de Nkunda en el Ejército regular. Cinco brigadas integradas, constituidas, mitad y mitad de leales (al gobierno RDC) y fieles al general renegado, se desplegaron en la región. Una sexta brigada tenía que tomar parte, más tarde, en el proceso.

Después del anuncio hecho por el Estado Mayor del Ejército de tierra, de confiar el acoso a los rebeldes hutus ruandeses del FDLR únicamente a las brigadas integradas y no a las ?mezcladas??, que no distinguían entre civiles hutus ruandeses y congoleños y los FDLR, hombres pro Nkunda en el seno de las brigadas ?mezcladas?? desertaron sus posiciones. Por parte de Nkunda, sus fuerzas leales hicieron alianza con los militares locales mai-mai y los rebeldes hutus ruandeses de las FDLR.

Los FDLR desvelan el plan de Ruanda.

En un comunicado fechado en París y publicado el jueves 30 de agosto desde Nairobi, los rebeldes ruandeses de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) han acusado a Kigali de haber enviado, desde principios de 2007, a la RDC a 12.000 soldados de refuerzo a Nkunda. Esta ampliación tiene como objetivo ?apoyar las operaciones de desestabilización y reconquista de los territorios del Este de la RDC (fronterizos con Ruanda) y el control de las zonas ricas en minerales?? afirma el comunicado.

El comunicado trata de corroborar las alegaciones formuladas por la MONUC en julio sobre la circulación, de uniforme del Ejército ruandés en territorio congoleño. ?En la noche del 18 al 19 de julio de 2007, Unos quince camiones llenos de hombres y material salieron de Ruanda y atravesaron la frontera ruando-congoleña para reunirse con las tropas de Laurent Nkunda, vía Bunagana??, indican los FDLR que, según nuestra fuente citan con nombres a varios oficiales del Ejército regular ruandés que forman parte de las tropas de Nkunda.

En su comunicado, los rebeldes hutus ruandeses ?hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que se responsabilice y actúe deprisa para impedir al régimen fascista de Kigali a poner a sangre y fuego, otra vez, a la región de los Grandes Lagos??. Nkunda, que al principio reivindicaba el proceso de ?mezcla para solo unos 3.000 hombres, cuanta en la actualidad con 7.500 y dice que aún hay 2.500 en reserva. De ahí, los ataques en cualquier sentido. En el Norte y en el Sur del Kivu. Cualquier experto militar tendrá que discernir sin tardar, lo que, necesariamente, no es un parámetro ligado a la estrategia militar o a la rapidez, sino que se debe al número de soldados.

El augurio de los Obispos de Bukavu.
Actualmente, muchos hombres despiertos se acuerdan del timbre de alarma disparado a principios de junio por los Obispos de la Provincia Episcopal de Bukavu. En su declaración, habían puesto de relieve una situación de antes de la guerra, vivida por la población. ?Hoy, nuestras aldeas y ciudades están dominadas por la psicosis de guerra??, escribía el Arzobispo de Bukavu, Mon. Maroy.

Para el príncipe de la Iglesia, según lo constatado por el pueblo, ?se encuentran reunidos los elementos para que haya una nueva guerra en el Kivu Sur??. El príncipe de la Iglesia Católica denunciaba entonces ?un movimiento de infiltración masiva de la Rivera del río Ruzizi, de Uvira, Nyengezi, Kaza-Roho hasta Cahi Bukavu??, lo mismo que el emplazamiento militar que, según él, ?reproduce el mismo esquema que el que existía justo antes del inicio de la guerra por parte del RCD en 1998??.

Cuando la situación no presagiaba ninguna salida, Mons. Maroy se preguntaba sobre el silencia (hasta ahora) de las autoridades del país. ?¿Qué significa el silencio de las instituciones de la República, o sea, del Jefe del Estado, el Parlamento, el Gobierno Central y el Alto Mando Militar??? En otros lugares los secuestros, aunque solo sean de una persona, moviliza el aparato del Estado. Para el Gobierno de la RDC, ante la amenaza de una nueva guerra y mientras se producen masacres de la población civil, en lugar de atacar el verdadero problema, que es de seguridad y militar, se nos propone una Mesa redonda ?intercomunitaria??, se lamentaba en aquel tiempo. Actualmente, a la suma de hechos, hay que añadir el golpe de fuerza en desmantelamiento en Bukavu (leer artículo en nuestra rúbrica último minuto), muestra que la situación se está convirtiendo inextricable en el Kivu.

Miedo en la zona

Ya el lunes 27 de agosto, como signo premonitorio de una perturbación de las fichas de un damero, cuando se anunció la reunión de los responsables militares de Ruanda, Burundi, Uganda y la RDC, el escolta del Comandante de la Brigada Charly, el Coronel Yav, tuvo que soportar un ataque durante el cual perdió a 4 hombres de su escolta. En cuanto a los combates del lunes, fuentes creíbles indican que los militares FARDC fueron sorprendidos a las 4 de la mañana y desalojados de Rubaya, donde habían tomado posición, por un grupo importante de hombres de Nkunda, que venían, según los testimonios, de Mishaki, Karuba y Ngungu, en Masisi.

La superioridad numérica y de equipamiento de los asaltantes no les permitió resistir. Tuvieron que replegarse a Bihanbwe, a 6 Km., al Oeste y después a su base, en Masisi Centro, para pedir refuerzos. La MONUC que hace llamamientos a la moderación a las fuerzas presentes, afirmó que seguía de cerca la situación, en estrecha coordinación con la 8! Región Militar y propuso su mediación. Esto, después de que, desde hacía varios días existían sospechas sobre la eventualidad de un ataque. Varias patrullas de la MONUC se desplegaron en la zona para dar seguridad a la población civil de Matanda, Mushaki y Sake que empezaba a estar aterrorizada y de la que alrededor de 10.000 personas encontraron asilo en Uganda.

La gente, acorralada.

Sin embargo, en la frontera con ese país, algunos observadores se apercibieron de movimientos no habituales de las tropas ugandesas a bordo de vehículos militares pesados. Primero en la colectividad de Kakwa, en el territorio de Aru. Algo parecido se señaló en Rukwanzi, aldea situada al borde del Lago Alberto. Más lejos, en el territorio de Mahagi, se observó el mismo movimiento en Uruski, un pueblo ugandés que linda con Djakanja, en territorio congoleño.

La situación perduraba desde cerca de un mes, indicaron las autoridades administrativas de esta parte del país que se preocupaban de que se les fortaleciera. Habrían redactado informes a la jerarquía. Solo el Comandante de la zona operativa de las FARDC en Ituri indicó a Radio Okapi que no estaba al corriente.

¿Golpe de espada en el agua?

El encuentro de los jefes de los Ejércitos de Ruanda, Uganda, Burundi y RDC había, sin embargo terminado con una declaración de ?su compromiso por la paz, neutralizando?? las fuerzas negativas en la subregión, se leía en el comunicado que sancionaba la reunión celebrada en la capital ruandesa del lunes 27 al martes 28 de agosto.

Los jefes militares habían ?vuelto a afirmar su compromiso por fortalecer sus relaciones??. El texto de la declaración final precisaba, sin embargo, que la operación debía ejecutarse respetando los ?mecanismos?? de la comisión ?tripartita plus??, que reúne a los cuatro países.

Esta precisión lleva a pensar a bastantes observadores militares en las zonas de sombra respecto a la postura que habría que tomar en relación con unos y otros grupos rebeldes, a semejanza de los CNDP de Nkunda, por una parte, a los rebeldes hutus ruandeses de las FDLR y a los Rastas de otra, que han transportado al suelo congoleño el odio étnico que gangrena a Ruanda.

Piensan que este país busca que se perdone a los fieles de Nkunda y acusan a la RDC de proteger a los FDLR. Esta situación corre el riesgo de desvanecer las esperanzas de la población del Kivu y a ensuciar la memoria de los miles de congoleños caídos durante esta guerra absurda.

Ali Kam
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