A tenor de las primeras palabras que el presidente de Club Siglo Futuro, Juan Garrido, pronunciaba antes de presentar la mesa redonda que se iba a celebrar en el campus de la Universidad de Alcalá de Henares, se temían que fuese bastante más polémica de lo que en realidad fue.
Garrido avisaba a los ponentes ?y de paso al público? de que quizá los ánimos estuviesen calientes, pero lo cierto es que el ambiente fue muy tranquilo.
Juan José Tamayo, profesor de la Universidad Carlos III, era el encargado de hacer un pequeño bosquejo de la situación que ha llevado a la parroquia San Carlos Borromeo, ubicada en el barrio madrileño de Entrevías, a alzarse en contra del arzobispado de esta diócesis.
El tema tratado es conocido, porque ha estado presente en todos los medios de comunicación nacionales. El arzobispado de Madrid ha pedido a Enrique de Castro, párroco de San Carlos Borromeo, que cambiase sus hábitos litúrgicos, porque no se ajustan a las creencias de la Iglesia y éste, se ha negado.
En vista de ello, el arzobispo de Madrid ha decidido cerrar la iglesia al culto, pero permitir que siga su importantísimo trabajo social con los jóvenes más marginales del barrio o aquellos que están en riesgo de exclusión social, a través de la ONG Cáritas. Esto ha puesto en pie de guerra a los parroquianos que se niegan a seguir las indicaciones del Arzobispado. ?No podemos discutir ni de modos ni de liturgias?? decía de Castro, que ocupó la mayoría de su discurso en explicar en qué consiste el trabajo que llevan realizando en la parroquia desde hace 20 años.
Trabajo social
El dibujo social lo realizaba Sara Nieto, miembro de la Asociación ?Madres contra la droga??, que explicó de forma sucinta y explícita la difícil situación en que se encontraban los jóvenes de Entrevías a principios de los años ?80. ?Nos metieron la droga en el barrio para destrozar a los jóvenes y que no lucharan por sus derechos?? afirmaba Nieto que expuso cómo un grupo de adictos se acercó a la parroquia, por iniciativa propia y arrastraron tras ellos a muchas madres.
?Nosotras les seguimos porque vimos que les apoyaban y ayudaban y decidimos asociarnos porque nos dimos cuenta de que una a una no nos hacían caso?? decía Nieto.
Estas sufridas madres veían que las únicas soluciones que se daban a los drogadictos eran o la cárcel o la policía. ?Muchos hijos han muerto en las cárceles de forma sospechosa?? afirmaba vehemente Nieto. Así, empezaron a luchar todas las madres unidas para que se aplicasen otras soluciones.
En esta lucha, han estado acompañados por de Castro y otros sacerdotes de la zona, que se han implicado tanto con los chavales que, como afirmaba el cura ?han cambiado mi ética??.
Decía esto para explicar que no le pareció mal que uno de los chavales ?al que conseguimos convencer de que no hiciese daño a la gente?? señalaba, ?estafase 6 millones a una aseguradora. Tenía que sacar adelante a sus hermanos y su mujer y los seguros nos cobran mucho a todos?? justificaba De Castro.