Enviado a la página web de Redes Cristianas
Estimado/a amigo/a:
Hemos recibido con alegría y esperanza la noticia de la consulta amplia a toda la Iglesia, que el Papa Francisco ha enviado, con motivo del próximo Sínodo de la Familia.
La consulta se ha materializado en un listado de 38 preguntas, que abordan diversos temas como las parejas de hecho, el divorcio, maternidad y paternidad responsables, gays, adopciones entre personas del mismo sexo, etc, en relación con su situación dentro de la Iglesia y con otras cuestiones derivadas de distintas situaciones personales y sociales que nos afectan como cristianos y como hermanos.
La encuesta ha sido canalizada a través de los obispos. Esto no significa que los obispos deban dar sus propias e individuales respuestas, como algunos han pensado. Significa que, por ese cauce, pero también por otros complementarios (en la medida en que es una encuesta conocida públicamente) hay que pulsar la vida de las comunidades; la experiencia de los propios afectados (muchos de los cuales se han visto distanciados ya de la participación comunitaria); la vida de las parroquias en relación a este tema, mirando, no solo a quienes han sido señalados o son aludidos, sino también a sus familias.
Un destino principal son las parroquias, aunque evidentemente habrá otros cauces para conocer mejor la diversidad de las situaciones. Hay encuestas de población que arrojarán datos sobre la extensión de ciertas situaciones. De cara a poder contemplar la realidad reduciendo los prejuicios, deberíamos escuchar a distintas comunidades cristianas, asociaciones, incluso aunque no sean específicamente católicas, que nos puedan ayudar a tener más datos sobre la cuestión.
Un objetivo en torno al VER es ampliar y compartir visión sobre los cambios que está experimentando la realidad familiar en las últimas décadas, desde el Concilio Vaticano hasta ahora.
Un objetivo en torno al JUZGAR es ver esas situaciones personales, familiares, comunitarias…a la luz del Evangelio y desde el punto de vista de la Palabra, el Sacramento y la Vida en las comunidades mirando qué repercusiones pueden tener en la vida de los católicos determinadas conclusiones.
Un objetivo en torno al ACTUAR será ver cómo la Iglesia puede evolucionar en ciertas perspectivas y actuaciones, orientados por la acogida y la misericordia, sin dejar por ello de rechazar firmemente aquellas situaciones que atentan contra la vida con dignidad de las personas.
Si bien hay una serie de preguntas en el cuestionario formuladas de manera más concreta, también se deja un margen para que se pueda hablar de otras situaciones que se constata que están afectando a las familias y a su desarrollo humano y cristiano, así como a su sentido y realidad de pertenencia a la Iglesia.
Nos preguntamos si, desde PROCONCIL podemos hacer algún aporte, por modesto que sea, a este innovador desarrollo conciliar, que percibimos como una respuesta valiente y confiada al Espíritu que sopla en la Iglesia. Por ahora, esto es lo que se nos ocurre, desde los medios que tenemos.
1. En primer lugar, entendemos que todos los que estamos en esta red somos responsables de animar de forma positiva la dinamización de esta consulta por distintos cauces, entre ellos las parroquias, aunque no sólo. Otro espacio significativo son las comunidades de base, bien reconocidas en la Conferencia de Aparecida. Habrá colectivos de teólogos, foros de presbíteros, movimientos especializados, etc que también puedan dar su palabra.
2. Para que los frutos de esta consulta sean mejores, hemos de situarnos en un clima de oración, que nos de la fuerza suficiente, para más allá de nuestras ideologías, filias o fobias particulares, abrir el oído y el corazón a las personas que están sufriendo, esperando o alegrándose con situaciones particulares y aprender a mirar esto desde el Evangelio, no desde otros intereses. También habrá que escuchar de manera amorosa a aquellos que tienen temores o no piensan como nosotros, pero sería deseable que primero se vea, se escuche, se palpe y después, mirando el Evangelio y el rostro del hermano, se analicen las diversas realidades y se puedan sacar conclusiones.
3. Podemos ayudar a ampliar la mirada en las respectivas diócesis a la hora de ver los datos. Una consulta es una forma de investigación. Más allá de cualquier tipo de lobby indeseable e inadmisible, tenemos que palpar la realidad lo más posible, aunque el mapa nunca sea el territorio. Y para eso, habrá que llegar a explorar otros colectivos, foros, comunidades, movimientos especializados…que tengan una palabra que expresar desde las realidades que comparten.
4. Es muy posible que el Sínodo, tal como se ha hecho en otras ocasiones cuente con expertos para asesorarse. Pues bien, también a través de la red, se pueden recoger opiniones y voces autorizadas, para profundizar en la reflexión teológica, psicológica, sociológica, pastoral, etc, que pueda circular y difundirse, para ser compartida en las comunidades, sin ánimo de dictar doctrina.
Es cierto que no va a ser fácil el proceso, pero no podemos ponernos nosotros mismos ?palos entre las ruedas??, quedándose fijado en las limitaciones que este pueda tener. Por lo tanto, cada cual, allá donde está puede participar activamente y ver cómo se puede colaborar en una adecuada recogida de datos y reflexionando participativamente de modo que ésta consulta sea realmente participativa y que sea lo más incluyente y fiable posible.
Estamos viviendo un tiempo de esperanza. Un tiempo que nos hace vislumbrar que la Iglesia puede ser más fiel a su papel misionero, desarrollando un rostro y una ternura de Madre que quiere acoger a todos sus hijos; con una especial atención a los alejados, a los que sufren, a los que buscan sin respuesta…y al tiempo, con un valor profético para denunciar aquellas situaciones y relaciones que oprimen y alienan, que cortan los lazos de relación con Dios, entre las personas y con todo lo Creado.
Pero nada lograremos sin un concurso participativo y corresponsable en los procesos, sostenido en el tiempo y resistente a las adversidades, animado por la fe y la esperanza y presidido por la caridad.
De ahí que todos somos llamados a colaborar con esta consulta.
Aprovechemos, entre otros recursos, también, este modesto espacio para comunicarnos.
¡Estamos en proceso Conciliar!
Que el Espíritu sea con todos nosotros. Un abrazo fraterno
Emilia Robles
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EL CUESTIONARIO QUE ENVÍA EL PAPA PARA CONSULTAR SOBRE PROBLEMAS QUE AFECTAN A LA FAMILIA HOY DÍA Y QUE ESTÁN EN DISCUSI?N. (Planeación familiar, gays, divorciados vueltos a casar, bodas de hecho, adopción de hijos por parejas del mismo sexo, etc.)
1.- Sobre la difusión de la Sagrada Escritura y del Magisterio de la Iglesia sobre la familia,
a) ¿Cuál es el conocimiento real de las enseñanzas de la Biblia, de la Constitución del Concilio: ‘Gaudium et Spes’, de la ‘Familiaris consortio’ y de otros documentos del magisterio postconciliar (Vaticano II) sobre el valor de la familia según la Iglesia Católica? ¿Cuál es la formación de nuestros fieles para la vida familiar según las enseñanzas de la Iglesia?
b) Allí donde la enseñanza de la Iglesia es conocida, ¿es aceptada integralmente? ¿Hay dificultades en ponerla en práctica? ¿Cuáles?
c) ¿Cómo es difundida la enseñanza de la Iglesia en el contexto de los programas pastorales en el ámbito nacional? ¿diocesano, parroquial? ¿Qué catequesis se hace sobre la familia?
d) ¿En qué medida -concretamente sobre qué aspectos-tal enseñanza es realmente conocida, aceptada, rechazada y/o criticada en ambientes extra eclesiales? ¿Cuáles son los factores culturales que obstaculizan la plena recepción de la enseñanza de la Iglesia sobre la familia?
2.- Sobre el matrimonio de acuerdo con la ley natural…
a) ¿Qué lugar ocupa el concepto de ley natural en la cultura civil, tanto en ámbito institucional, educativo y académico, como en ámbito popular? ¿Qué ópticas antropológicas se sobreentienden en este debate sobre el fundamento natural de la familia?
b) El concepto de ley natural con relación a la unión entre el hombre y la mujer ¿es comunmente aceptado como tal de parte de los bautizados en general?
c) ¿Cómo es contestada en la práctica y en la teoría la ley natural sobre la unión entre hombre y mujer en vistas de la formación de una familia? ¿Cómo es propuesta y profundizada en los organismos civiles y eclesiales?
d) En el caso de que pidan el matrimonio los bautizados no practicantes o quienes se declaran no creyentes, ¿cómo afrontar los desafíos pastorales que derivan de ello?
3.- La pastoral de la familia en el contexto de la evangelización.
a) ¿Cuáles son las experiencias surgidas en los últimos decenios en orden a la preparación al matrimonio? ¿De qué manera se ha intentado estimular el deber de evangelización de los esposos y de la familia? ¿De qué manera promocionar la conciencia de la familia como «Iglesia doméstica»?
b) ¿Se ha conseguido proponer estilos de plegaria en familia que consigan resistir a la complejidad de la vida y cultura actuales?
c) En la crisis actual entre generaciones, ¿cómo las familias cristianas han sabido realizar la propia vocación de transmisión de la fe?
d) ¿En qué manera las Iglesias locales y los movimientos de espiritualidad familiar han sabido crear caminos ejemplares?
e) ¿Cuál es la aportación específica que parejas y familias han conseguido dar respecto a la difusión de una visión integral de la pareja y de la familia cristiana que sea actualmente creíble?
f) ¿Qué atención pastoral ha manifestado la Iglesia para apoyar el camino de las parejas en la formación y de las parejas en crisis?
4.- Sobre la pastoral para afrontar algunas situaciones matrimoniales difíciles,
a) La convivencia «ad experimentum» (experimental), ¿es una realidad pastoral de relieve en la Iglesia particular (local)? ¿En qué porcentaje se podría estimar numéricamente?
b) ¿Existen uniones libres de hecho, sin reconocimiento ni religioso ni civil? ¿Hay datos estadísticos fiables?
c) Los separados y divorciados que se vuelven a casar ¿son una realidad pastoral relevante en la Iglesia particular? ¿En qué porcentaje se podría estimar numéricamente? ¿Cómo se afronta esta realidad a través de programas pastoral adecuados?
d) En todos estos casos, ¿cómo viven los bautizados sus irregularidades? ¿Son conscientes de ellas? ¿Manifiestan simplemente indiferencia? ¿Se sienten marginados y viven con sufrimiento la imposibilidad de recibir los sacramentos?
e) ¿Cuáles son las peticiones que las personas divorciadas y vueltas a casar dirigen a la Iglesia, respecto a los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación? Entre las personas que se encuentran en esta situación, ¿Cuántas piden estos sacramentos?
f) ¿La simplificación de la praxis canónica, respecto al reconocimiento de la declaración de anulación del vínculo matrimonial podría ofrecer una real contribución positiva para la solución de los problemas de las personas implicadas? En caso afirmativo, ¿de qué manera?
g) ¿Existe una pastoral para acercarse a estos casos? ¿Cómo se desarrolla tal actividad pastoral?
¿Existen programas sobre ello en ámbito nacional y diocesano? ¿Cómo se anuncia a separados y divorciados vueltos a casar la misericordia de Dios y cómo se concreta el sostén de la Iglesia en su camino de fe?
5.- Sobre las uniones de personas del mismo sexo…
a) ¿Existe en vuestro país una ley civil que reconozca las uniones de personas del mismo sexo equiparadas de alguna manera al matrimonio?
b) ¿Cuál es la actitud de las Iglesias particulares y locales tanto frente al Estado Civil promotor de uniones civiles entre personas del mismo sexo, como frente a las personas implicadas a este tipo de unión?
c) ¿Qué atención pastoral es posible tener hacia las personas que han elegido de vivir según este tipo de uniones?
d) En el caso de uniones de personas del mismo sexo que haya adoptado niños, ¿cómo comportarse en vistas de la transmisión de la fe?
6.- Sobre la educación de los hijos en el sino de situaciones matrimoniales irregulares…
a) ¿Cuál es en estos casos la proporción estimada de niños y adolescentes con relación a los niños nacidos y crecidos en familias regularmente constituidas?
b) ¿Con qué actitud los padres se dirigen a la Iglesia? ¿Qué solicitan? ¿Solo los sacramentos o también la catequesis y la enseñanza en general de la religión?
c) ¿De qué manera las Iglesias particulares se acercan a la necesidad de los padres de estos niños para ofrecer una educación cristianas a los propios hijos?
d) ¿Cómo se desarrolla la práctica sacramental en estos casos: la preparación, administración del sacramento y el acompañamiento?
7.- Sobre la apertura de los esposos a la vida…
a) ¿Cuál es el conocimiento real que los cristianos tienen de la doctrina de la (encíclica) «Humanae Vitae» sobre la paternidad responsable? ¿Qué conciencia hay de la evaluación moral de los distintos métodos de regulación de los nacimientos? ¿Qué profundizaciones se podrían sugerir sobre ello desde el punto de vista pastoral?
b) ¿La doctrina moral es aceptada? ¿Cuáles son los aspectos más problemáticos que hacen difícil su aceptación en la mayoría de las parejas?
c) ¿Qué métodos naturales se promueven de parte de la Iglesias particulares para ayudar a los conyugues a poner en práctica la doctrina de la «Humanae vitae»?
d) ¿Qué experiencia hay sobre esta cuestión en la praxis del sacramento de la penitencia y en la participación en la eucaristía?
e) ¿Qué contrastes se evidencian entre la doctrina de la Iglesia y la educación civil a este respecto?
f) ¿Cómo promover una mentalidad mayormente abierta a la natalidad? ¿Cómo favorecer el aumento de los nacimientos?
8.- Sobre la relación entre la familia y la persona,
Jesucristo revela el misterio y la vocación del hombre: ¿la familia es un lugar privilegiado para que esto suceda?
¿Cuáles situaciones críticas de la familia en el mundo actual pueden constituir un obstáculo para el encuentro de la persona con Cristo?
¿En qué medida la crisis de fe que pueden sufrir las personas inciden en su vida familiar?
9.- Otros desafíos y propuestas.
¿Existen otros desafíos y propuestas respecto a los temas tratados en este cuestionario, que sean consideradas como urgentes o útiles de parte de los destinatarios?
Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales