El tradicional Mensaje de los Presidentes del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) de Pentecostés se centra este año de 2006 su atención en la enriquecedora experiencia espiritual (pentecostal) y fraterna vivida en torno a la IX Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias.: ?En el poder del mismo Espíritu que vino a los discípulos en el primer Pentecostés, en Porto Alegre nos comprometimos a continuar la búsqueda de la unidad cristiana, a buscar medios para cooperar entre nosotros en la misión y el servicio, y a vivir juntos en paz, especialmente mediante nuestro compromiso renovado con el Decenio para Superar la Violencia [2001-2010]??.
Una vez más, constatan los presidentes del CMI, ha sido la vida en el Espíritu (la oración, el diálogo con el hermano, que es otro tipo de oración a Dios, esta vertical), lo que les ha hecho tomar conciencia de ?la necesidad de mejorar la calidad de nuestras relaciones, al empeñarnos en vivir un ecumenismo relevante y creíble, y al esforzarnos por actuar juntos en el servicio y la misión??, y por ende el sentir esta hermosa experiencia de unidad como un nuevo Pentecostés.
Los presidentes, en su ya tradicional Mensaje, abogan por hacer de este espléndido tiempo espiritual, un momento vital que, al igual que se nos narra en Hechos 2,42, transforme a todos, cambiando nuestros personales y divisorios lenguajes, la manera de comunicarnos y relacionarnos entre nosotros y el mundo, para ser creíbles desde la perspectiva ecuménica. La promesa y el desafío de Hechos 1:8 permanecen todavía vigentes.