LOS OBISPOS PORTUGUESES, CON EL CARDENAL MARTINI SOBRE EL USO DEL COND?N

0
90

Religión Digital

El uso del preservativo en una pareja casada en la que uno de los miembros padezca el Sida es «un mal menor» para evitar la propagación del virus, declaró el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Portugal tras una asamblea general.»En el contexto de una pareja heterosexual y monogámica, cuando uno de los dos (casados) o los dos están infectados, el uso del preservativo es un caso claro de mal menor», afirmó monseñor Antonio Montes Moreira en una conferencia de prensa que ponía fin el jueves por la tarde a una reunión de cuatro días de los obispos portugueses en Fátima (140 kilómetros al noreste de Lisboa).

Montes no quiso anticipar sobre el documento que el Vaticano publicará en breve sobre el mismo tema. «¿Si el documento de la Santa Sede será más abierto? No lo sé y no quiero anticiparlo», afirmó el vicepresidente de la Conferencia Episcopal portuguesa, generalmente considerada muy conservadora en una sociedad mayoritariamente católica y muy practicante.

«La práctica de la sexualidad de forma anárquica puede tener como consecuencia que el preservativo sea visto como la panacea universal», pero «no tiene verdadera dimensión humana y cristiana más que como vehículo del amor, y solamente si se ejerce en el seno de una pareja heterosexual y monogámica», subrayó Montes.

En el documento adoptado tras su reunión, los prelados portugueses se pronuncian además «de la forma más vehemente» contra los proyectos de ley en discusión sobre la reproducción médica asistida y contra el referéndum previsto sobre la despenalización del aborto.
«La via no puede ser objeto de un referéndum», subrayó sobre ésto el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Jorge Ortiga.

El Vaticano trabaja en un documento que podría llevar a la Iglesia Católica a cambiar su prohibición del preservativo como medio de prevención contra el Sida y a admitir su uso en circunstancias muy limitadas, confirmó el lunes pasado el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontifical para la salud, uno de los ‘ministerios’ del Vaticano.