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El pasado lunes 2 abril falleció en Cartagena a los 90 años el sacerdote diocesano Isidoro Galán Carretero. Sus restos mortales se velan en el Tanatorio Estavesa de Cartagena y la misa de exequias se celebrará esta mañana día 3, a las 11:00 horas, en la capilla del tanatorio.
Isidoro Galán Carretero nació en Casas de Haro (Cuenca) el 23 de diciembre de 1935. En 1951 ingresó en la Compañía de Jesús, en Aranjuez, a la edad de 16 años, completando los estudios de Filosofía y Teología.
Fue ordenado sacerdote el 15 de julio de 1965, con 30 años, en la iglesia de los jesuitas de Madrid, por Mons. Ángel Morta, obispo auxiliar de Madrid.
Cuando dejó la Compañía de Jesús (pero no el sacerdocio), fue incardinado en la Diócesis de Cartagena en 2011.
Isidoro Galán Carretero ha sido un sacerdote obrero, que llegó a la diócesis en el año 1968, donde ha residido desde entonces dedicándose de forma especial a la Pastoral Obrera.
La magnífica generación de curas obreros que desarrolló su actividad en Cartagena desde los años 60 en adelante acaba de perder a una de sus figuras más preeminentes
Isidoro Galán en el Primero de Mayo de 1980.
En los años sesenta y bajo la inspiración del Concilio Vaticano II, la Compañía de Jesús crea la Misión Obrera. El objetivo era claro: hacer bajar a los curas jesuitas a la clase obrera, inmiscuirse en sus problemas, abandonar los púlpitos y mezclarse con el mundo del trabajo.
Otra iniciativa parecida tendrá un movimiento apostólico como la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
Hay en esos años un auténtico despliegue por todo el territorio nacional de curas obreros que ocupan el espacio que la dictadura no dejaba a las organizaciones sindicales proscritas por el régimen. El mundo obrero e industrial de una ciudad como Cartagena no será ajeno a este movimiento.
oto de 1982. Isidoro, inclinado, delante de Nepo García Nieto
Isidoro Galán en Cartagena
En ese contexto, recalará en Cartagena Isidoro Galán Carretero, nacido en 1935. Llega a nuestra ciudad en 1968 junto con dos jesuitas más: Mariano González Mangada y Miguel Ángel Ondínez. Se unen a un grupo de activistas de la HOAC y de otros focos eclesiásticos y de cristianos de base en los que estaban Pepe Ros, Carmen Álvarez, Mercedes Trujillo, Paca Cañavate.
Una pléyade de curas obreros ocupa poco a poco las parroquias de los barrios industriales de la ciudad (Pedro Castaño, Antonio Bermejo, Telesforo Hermosilla, Juan López Bermúdez, Pedro Hernández Cano y muchos más) y en los años 70 comienzan a desplegar un activismo incesante y a enfrentarse al régimen. Sufrirán persecución, detenciones y prisión por parte de aquella dictadura que agonizaba.
En el caso de Isidoro, el 14 de noviembre de 1972 será detenido, golpeado, encarcelado y temporalmente desterrado de Cartagena junto a varios curas más por actividades subversivas, en la jerga de la policía franquista.
Primero curas, después obreros, al final sindicalistas
Muchos de estos clérigos concienciados hicieron una transición personal que va del cura al obrero y del obrero al sindicalista. Varios de ellos se involucran tanto que acabarán siendo también dirigentes en algunas organizaciones sindicales.
Ese es el caso de Isidoro Galán, que siendo cura de la parroquia de las 600 se colocará como trabajador de una empresa de la construcción (Dragados y Construcciones), se erigirá en líder sindical y capitaneará en Cartagena la célebre huelga de la construcción de Murcia de 1976 por la que sufrirá también represalias laborales.
En 1978, y tras la legalización del PCE y las Comisiones Obreras, organizaciones a las que Isidoro Galán se había venido acercando, tiene lugar el I Congreso Confederal de CCOO. Ese es el momento en el que Isidoro Galán asume el compromiso de ser el delegado comarcal de CCOO en Cartagena, el primero en la transición, en unos momentos en los que no había muchos voluntarios para ese puesto entonces tan ingrato.
Otra vertiente suya es la cultural, que desarrolló en la plataforma editorial ZYX y en la apertura en 1974 de la mítica librería Espartaco de Cartagena, junto con otros miembros de la HOAC y en la que destacó su férrea amistad con el no menos mítico librero Mariano González Mangada, con quien compartió militancias, credos, luchas y vivencias hasta su muerte en 1996.
Luchador hasta el final
Isidoro Galán ha fallecido en Cartagena en 2025 tras toda una vida de lucha. Todavía se le pudo ver, ya anciano, en las primeras asambleas de Podemos allá por 2014. Y, en definitiva, hay que reconocer que su labor y la de todos sus compañeros curas obreros fue fundamental en la conformación no ya de la lucha obrera del tardofranquismo, sino para la consolidación y el desarrollo de los sindicatos y de la democracia en España, nada menos. Esta gente merece el reconocimiento de todos nosotros, los trabajadores y ciudadanos de la España democrática del siglo XXI.
En los orígenes y en la elaboración de la historia del sindicato CCOO se reconoce la labor fundamental de los curas obreros vinculados a los jesuitas, a la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y las Juventudes Obreras Cristianas (JOC), como es el caso de Isidoro y sus compañeros, para ayudar a conformar un nuevo sindicalismo que surgió en sus parroquias en la gris España de los años 60. La clase obrera cartagenera está en deuda con todos ellos.