DERECHO A CRITICAR A LA JERARQUÍA DE LA IGLESIA. Juan Cejudo

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Yo soy de los que piensan que no es nada malo criticar los defectos y fallos de la Jerarquía de nuestra Iglesia. Ni eso significa que seamos unos despechados, ni tampoco quiere decir que ya cuestionemos absolutamente todo para no dejar en pie títere con cabeza .
Todo aquello que sea criticable ( que es muchísimo) se debe criticar , pero manteniendo eso sí todo aquello que esté en el núcleo del mensaje de Jesús y del Evangelio, como es la actitud de entrega y servicio, de opción por los pobres, de ser vínculos de unidad entre todos los creyentes.

Hay que criticar todo lo que es el poder en la jerarquía de la Iglesia, su lejanía del Evangelio de Jesús en muchísimos aspectos y su alianza con los poderes de este Mundo porque pretende tener prestigio social y dinero. La Iglesia jerárquica en general se ha olvidado lo que Jesús decía que está ?para servir al Mundo?? no para servirse de él.

Por desgracia, la Jerarquía en la mayoría de los países, se codea con los gobernantes y poderosos para eso : para defender sus privilegios y su dinero. Basta señalar el caso de la Jerarquía española cuando pretende recibir un mayor porcentaje de los presupuestos del Estado y siempre defendiendo sus ?asuntos?? y ? sus ? temas que tienen que ver con las clases de Religión en los Centros públicos para que la Religión sea una asignatura igual que las demás ,evaluable, y con todos los temas relacionados con el sexo, que parece ser el único pecado que existe. Y si para ello tiene que hacer política y aliarse con el partido que más le interese, pues lo hace con descaro,aún saliendoa las calles en manifestación en primera línea con los líderes del P.P

Muy lejos les queda a esa jerarquía la sensibilidad para defender con firmeza los grandes asuntos sociales que interesan a la mayoría de los ciudadanos : el desempleo, la inmigración , los desastres ecológicos, la paz, la necesidad de construir un Mundo más justo a nivel internacional, la lucha contra el sida, especialmente en el Tercer Mundo ,con su política nefasta contra el uso de los preservativos, la necesidad de que los obispos y el clero den ejemplo de vida, viviendo austeramente de su propio trabajo civil y no de los presupuestos generales del Estado que lo aportan todos los ciudadanos sean creyentes o no.

Y luego hay que criticar el lenguaje tan desfasado que tienen, la cerrazón en temas de moral, con una moral muy tradicional, que aleja a las nuevas generaciones que no les hacen caso…

El mantenimiento absurdo del Estado del Vaticano, nuncios, embajadores, capellanes militares etc..etc??
¿Qué tiene que ver todo este tinglado con la Comunidad de creyentes que Jesús formó y con la vida de aquellas primeras comunidades cristianas que se extendieron por el Mundo por su testimonio y ejemplo de vida y por su amor fraterno?

¿No convocó el bueno de Juan XXIII el Concilio Vaticano II precisamente para purificar a la Iglesia? ¿Ya no nos acordamos de aquellos años?´El ponía el ejemplo de que la Iglesia se parecía a una preciosa joya que estaba toda cubierta de maleza y de suciedad y que era necesario limpiar para purificarla.

Critiquemos sin miedo todo lo que no sea evangélico. Y sobre todo : procuremos nosotros vivir la fe( el que sea creyente) de modo más coherente, sin estar tan vinculados a estructuras eclesiales impregnadas de clericalismo donde la opinión del cura de turno es la única que vale y no la opinión de toda la Comunidad??